BOGOTÁ 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, admitió ayer que una patrulla de la Policía nacional disparó con arma de fuego en las manifestaciones indígenas de la localidad colombiana de Cauca, aunque aclaró que los tres indígenas que murieron en la marcha no fue por impacto de bala.
"A mí lo que me preocupa no es que se haya disparado o no. A mí lo que me preocupa es que el Presidente de la República no le diga la verdad al país", declaró Uribe.
El mandatario colombiano anunció que viajará el próximo domingo a (la localidad) Popayán, en compañía de varios de sus ministros, para reunirse con las comunidades indígenas que se han manifestado durante los últimos días por los abusos recibidos.
Asimismo Uribe le pidió a la Policía que en caso de que tengan que responder con disparos en circunstancias donde sean atacados, que lo sepa todo el país. "Aquí no puede haber mentiras, ni verdades a medias", indicó el mandatario.
El presidente colombiano explicó que John Prieto Vásquez, el agente que disparó, lo hizo en defensa de unos ataques con explosivos. La emisora colombiana Caracol Radio conoció, por fuentes de la Casa de Nariño, que se ha iniciado una investigación para establecer la legalidad o no de la actuación del Polícia.
TRES MUERTOS
Según el informe del Gobierno, hasta el momento han muerto tres indígenas. Ninguno de ellos murió por heridas de bala, sino por el efecto de "explosiones terroristas".
El director de la Policía Nacional, el general Óscar Naranjo, aclaró que los miembros del escuadrón antimotines de la Policía no utiliza armas de fuego. El policía que emitió los disparos, no pertenece a dicho batallón.
Uribe recordó que se harán todos los esfuerzos para adquirir las 7.000 hectáreas de tierra que hacen falta para entregar a las comunidades indígenas, y dijo que los otros puntos serán considerados en la reunión que tendrá con ellos el próximo lunes.