Foto: GOBIERNO DE TAILANDIA
La primera mujer que dirige el país abandona el Gobierno tras la anulación de las elecciones y en medio de la inestabilidad política
MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Constitucional tailandés ha puesto este miércoles punto final al mandato de la primera ministra, Yingluck Shinawatra, la primera mujer que ha estado al frente del país y que ha tenido que abandonar el puesto tras seis meses de crisis política derivada de las manifestaciones contra el Ejecutivo y los contenciosos judiciales, que han llegado a anular las últimas elecciones anticipadas.
El alto tribunal ha hecho público este miércoles por la tarde su esperada decisión tras la denuncia por abuso de poder presentada por el senador Paibul Nititawan, quien también le reclamaba que nombrara a un nuevo jefe de Gobierno.
El Constitucional ha admitido los argumentos del denunciante y ha determinado que Yingluck y otros nueve miembros de su Gobierno incurrieron en abuso de poder cuando decidieron cesar en 2011 al entonces jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Thawil Pliensri, un relevo que ha estimado que tenía como objetivo que un pariente de Yingluck fuera nombrado jefe de Policía.
"El mandato de la primera ministra ha terminado. Yingluck no puede continuar en el cargo como primera ministra en funciones", ha anunciado uno de los magistrados ponentes de la resolución del Constitucional que ha puesto fin al mandato de Yingluck.
La decisión del alto tribunal ha sido condenada por el partido de Yingluck, el Pheu Thai, que ha asegurado en un comunicado que existe una "conspiración" para derrocar al Gobierno y que el fallo del Constitucional supone de hecho un "golpe de Estado virtual". La formación gubernamental ha hecho un llamamiento a sus seguidores para que salgan a manifestarse a las calles en protesta por el fallo judicial.
La resolución del Constitucional supone un duro varapalo para el Gobierno de Yingluck, que, no obstante, continuará desarrollando en funciones su labor con los restantes miembros del Ejecutivo no afectados por el fallo.
NUEVO PRIMER MINISTRO
Tras la salida precipitada de Yingluck, el Gobierno ha anunciado que el viceprimer ministro y ministro de Comercio, Niwatthumrong Boonsongpaisan, será el nuevo primer ministro, en aplicación del artículo décimo de la Ley de Administración Estatal. Este gabinete continuará ejerciendo sus responsabilidades de forma provisional hasta que se celebren las próximas elecciones generales en julio.
El fallo del Constitucional supone un nuevo varapalo judicial para el Gobierno de Yingluck, que el pasado mes de marzo tuvo que aceptar que el alto tribunal anulara las elecciones generales anticipadas celebradas en febrero porque no se pudo votar en todas las regiones del país debido al boicot de los manifestantes antigubernamentales.
El movimiento de protesta, liderado por el exviceprimer ministro Suthep Thaugsuban, lleva desde noviembre de 2013 realizando manifestaciones en las calles de Bangkok para exigir la renuncia de Yingluck y su gabinete y el final de lo que ha bautizado como el 'régimen de Thaksin'.
Thaksin Shinawatra es el hermano mayor de la primera ministra y fue primer ministro de Tailandia hasta 2006, cuando fue derrocado por un golpe de Estado. Dos años después, cuando ya se encontraba en el exilio, fue condenado por corrupción en rebeldía.
Yingluck no dudó en presentarse a las elecciones generales de 2011 reivindicando el legado de su hermano e incluso su partido le promocionó con el lema 'Thaksin piensa, el Pheu Thai actúa'. Su partido logró una holgada victoria en esos comicios, lo que llevó a Yingluck a convertirse en la primera mujer al frente del Gobierno tailandés.
INFLUENCIA DE THAKSIN
La influencia que ha tenido y tiene Thaksin en Yingluck queda de manifiesto hasta en la biografía oficial de la primera ministra, publicada en la página web del Gobierno, que comienza presentándole como la "primera mujer" al frente del Gobierno y "la hermana más joven del exprimer ministro Thaksin Shinawatra". De hecho, Thaksin aparece mencionado cuatro veces en la biografía como promotor de políticas luego continuadas por Yingluck.
Tras tomar posesión en 2011, Yingluck y su Ejecutivo aprobaron un relevo que ahora ha terminado con el mandato de la primera ministra, el cese del entonces jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Thawil Pliensri, un movimiento que fue denunciado por un senador por considerar que se había realizado para colocar a un familiar de la jefa del Gobierno como jefe de Policía.
Después de ese relevo, el Gobierno continuó con sus primeros meses de trabajo y puso en marcha un proyecto que también le ha acarreado muchos problemas, el sistema de compra de arroz, una promesa política de Yingluck que ha sido denunciada por la oposición por considerarla una forma de comprar votantes.
Este proyecto se basa en que el Ejecutivo compra a los agricultores sus cosechas de arroz garantizándoles un precio superior al mercado, lo que garantizaba a Yingluck el apoyo de este sector pero, en los últimos meses, se le ha venido en contra porque el Gobierno ha incurrido en impagos y los agricultores se han echado a la calle para reclamar su dinero.
El sistema de adquisición de arroz está también pendiente de una investigación de la Comisión Nacional Anticorrupción de Tailandia, que llevó a testificar a la primera ministra y que también podría haber llegado a provocar su renuncia.
MANIFESTACIONES
El origen de las manifestaciones contra el Gobierno es el rechazo de los manifestantes a una ley que el Ejecutivo intentó aprobar a finales de 2013 y que hubiese permitido el regreso a Tailandia de Thaksin Shinawatra, el hermano mayor de Yingluck.
El Gobierno decidió en diciembre descartar esa norma y convocó elecciones anticipadas para febrero pero esos comicios fueron anulados por el Constitucional, por lo que el Ejecutivo llevan trabajando en funciones, con sus competencias muy limitadas desde ese mes.
Tras el fallo del Constitucional de este miércoles, Tailandia afronta unos meses en una situación especialmente delicada a la espera de que se celebren las próximas elecciones generales el 20 de julio. Los manifestantes antigubernamentales todavía no han desvelado si mantendrán su campaña de protestas.