La votación, testimonial, servirá para ver cómo se ha modificado la estructura de poder tras la ejecución del tío del líder norcoreano
MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los norcoreanos acuden este domingo a las urnas para decidir la composición del Parlamento, un organismo que sobre el papel cuenta con importantes competencias pero que en realidad carece de cualquier tipo de poder decisorio en las políticas del régimen comunista, dirigidas por la Comisión de Defensa Nacional que lidera Kim Jong Un, que se presenta a sus primeros comicios desde que llegara al poder en 2011.
Los analistas internacionales consideran que la votación se encuentra en las antípodas de un sistema democrático, a juzgar por el exageradamente alto índice de participación en los últimos comicios (99,98% de la población).
Cada una de las 687 circunscripciones presenta a su respectivo candidato, al que se aprueba o censura con un "Sí" o un "No" en la papeleta, tras una masiva campaña de propaganda en la que se insta a los votantes a aceptar a los nominados. En los últimos comicios de 2009, los candidatos presentados recibieron un 100 por cien de aprobación.
Sin embargo, un punto de interés reside en conocer quién se presentará al escaño ocupado por el supuestamente ejecutado Jang Son Thaek, tío del líder norcoreano, quien a su vez comparece como "diputado" por la circunscripción 111, donde se encuentra el Monte Paeduk, el lugar donde nacieron él y su padre, el fallecido Kim Jong Il, según las manipuladas biografías oficiales del país.
"Creemos que es muy posible que Corea del Norte haya remodelado su estructura de poder antes de estas elecciones. La primera reunión de la futura 13ª Asamblea Suprema Popular abrirá el período de medidas tras la desaparición de Jang Song Thaek", declaró el investigador del Instituto para la Paz y la Unificación de la Universidad Nacional de Seúl Jang Yong Seok, en declaraciones a la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap.
El presidente actual de la Asamblea es Kim Jong Nam, de 86 años de edad, y considerado el 'número 2' oficial del régimen, que ocupa un lugar meramente testimonial al frente del Parlamento, cuyas competencias, siempre teóricas, abarcan desde la capacidad de enmendar la Constitución hasta la de cesar al líder del Estado.