SEÚL, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El régimen norcoreano ejecutó al ex ministro del Ferrocarril Kim Yong Sam en junio del año pasado después de declararle culpable de espionaje y al ex ministro de Finanzas Mun Il Bong a finales de 2009 por haber llevado a cabo una mala reforma de la política de divisas, según han informado este lunes varios medios de comunicación surcoreanos.
Una fuente del Gobierno surcoreano ha confirmado la ejecución de Kim pero ha dicho no estar del todo seguro respecto a la de Mun. "Tenemos datos pertinentes de los servicios de inteligencia que estamos comprobando", ha declarado el responsable, citado por el periódico 'The Chosun Ilbo'.
Según una fuente norcoreana, Kim, que fue ministro del Ferrocarril entre 1998 y 2008, fue ajusticiado por su relación con una fuerte explosión que se produjo en 2004 en la estación de tren de Yongchon, situada en la provincia de Pyongang del Norte.
Supuestamente, la explosión se debió a una bomba colocada para atentar contra un tren especial en el que viajaba el dirigente de Corea del Norte, Kim Jong Il, aunque se produjo varias horas después de que pasase por la estación. La explosión causó la muerte de unas 160 personas y dejó heridas a unas 1.300.
Kim Yong Sam fue acusado de proporcionar información sobre los horarios del tren, que estaba volviendo de China. Solo los guardias personales de Kim Jong Il, sus secretarios y el ministro del Ferrocarril conocen el itinerario de sus viajes.
En cuanto a Mun, que fue ministro de Finanzas entre 2000 y 2008, habría sido ejecutado como castigo por la fallida reforma que llevó a cabo, al igual que el entonces director del Departamento de Planificación y Finanzas del Partido de los Trabajadores, Pak Nam Gi.
Pak fue ajusticiado por un pelotón de fusilamiento en abril del año pasado tras ser declarado culpable de los mismos cargos que Mun. "Al parecer, Mun fue ejecutado como consecuencia del descontento público pese a que, al contrario que Pak, él no tenía nada que ver con los preparativos de la reforma del sistema de divisas", ha explicado la fuente.
No es raro que el régimen de Corea del Norte ejecute a altos cargos políticos por haber cometido errores en su trabajo. En la década de los años 90 fue ejecutado un responsable de las políticas agrícolas como consecuencia de una hambruna que se estima que acabó con la vida de unos dos millones de personas.