El actor falleció esta pasada noche a los 85 años en su residencia de Las Vegas de un ataque al corazón
NUEVA YORK, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
El actor estadounidense Tony Curtis, uno de los últimos grandes representantes del periodo clásico de Hollywood y protagonista de películas tan importantes como 'Con faldas y a lo loco', 'Espartaco' o 'Chantaje en Broadway', falleció esta pasada noche en su residencia de Las Vegas a los 85 años de edad de un ataque al corazón.
La noticia de su fallecimiento fue adelantada por el representante de su hija, la también actriz Jamie Lee Curtis, a 'Entertainment Tonight', sin dar más detalles. Posteriormente, el juez de distrito del condado de Clark (Nevada), Mike Murphy, precisó que el actor falleció de un infarto a las 20:25, hora local del miércoles (5:25 del jueves en España), según informó la NBC. El actor llevaba varios años con problemas de salud y fue hospitalizado el pasado mes de julio a causa de un ataque de asma.
Curtis, cuyo nombre real era Bernard Schwartz, nació el 3 de junio de 1925 en el Bronx (Nueva York) en el seno de una familia de judíos húngaros. Al término de la Segunda Guerra Mundial, donde desde 1943 sirvió en un submarino de la Armada estadounidense, el actor se empezó a dedicar a la interpretación, primero en el teatro y posteriormente, gracias a un cazatalentos, en el cine, a las órdenes de la productora Universal Pictures. En 1948 debutó en un brevísimo papel en 'El abrazo de la muerte' y en 1949 decidió adoptar el nombre artístico de Tony Curtis.
El actor se casó seis veces, entre otras con la actriz Janet Leigh, con la que convivió once años antes de divorciarse en 1962. Posteriormente, Curtis reconoció que se había casado con Leigh por publicidad. Una de sus hijas en común es Jamie Lee Curtis, quien ha seguido la senda de sus padres con notable éxito. Su última esposa fue Jill Vandenberg Curtis, 46 años menor que él y con quien estaba casado desde 1998. Aparte, Curtis fue un consumado mujeriego y entre sus novias figuraron las actrices Marilyn Monroe y Natalie Wood.
Tony Curtis siempre intentó trabajar en varios géneros, entre el drama y la comedia, para evitar ser encasillado. Favorecido por su físico, sus ojos azules verdosos y su tupé negro, sus interpretaciones se caracterizaban por sus notables recursos dramáticos, por su sentido del humor y por su delicadeza. No obstante, buena parte de su carrera estuvo plagada de películas de poca calidad y condicionada por sus problemas con la cocaína y el alcohol que le minaron la salud de forma considerable hasta el final de sus días.
MÁS DE 140 PELÍCULAS
Desde 1949 trabajó en más de 140 películas, entre las que destaca 'Con faldas y a lo loco' ('Some Like It Hot', de Billy Wilder, 1959, junto a Marilyn Monroe y Jack Lemmon). En esta película, una de las comedias más celebradas de todos los tiempos, Curtis interpretó a Joe, un músico que tuvo la mala suerte de ser testigo de un asesinato y que, al igual que su compañero Jerry, se disfrazó de mujer --con el nombre de 'Josephine'-- para huir de la mafia.
También destacaron en su repertorio 'Chantaje en Broadway' (A. Mackendrick, 1957, con Burt Lancaster), 'Espartaco' (de Stanley Kubrick, 1960, con Kirk Douglas) y 'Fugitivos' (1958). Por esta última cinta, en la que compartió protagonismo con Sidney Poitier, fue nominado al Oscar al mejor actor en 1959.
Entre sus otras películas tuvieron cierto éxito 'The Prince Who Was a Thief' (1951), 'El gran Houdini' (G. Marshall, 1953), 'Los Vikingos' (de Richard Fleischer, 1958, con Kirk Douglas y Janet Leigh), 'Operación Pacífico' (1959)', 'The Great Race' (1965), 'Lepke' (1975), 'Club Life' (1985) y 'Lobster man from Mars'(1989). En los años noventa apareció en filmes como 'Los Inmortales' (1995), 'Brittle Glory' (1997) y 'Louis & Frank' (1997). Aparte, protagonizó frecuentes apariciones en televisión.