Crónica Sri Lanka.- La ONU insiste en completar las tareas de desminado para permitir la vuelta de los refugiados

Actualizado: domingo, 30 mayo 2010 20:00

Naciones Unidas pide a la comunidad internacional los fondos necesarios para financiar la labor de los artificieros más allá de este verano

MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -

La reciente muerte de un artificiero francés en el norte de Sri Lanka subraya, la gravedad en aumento de la amenaza que siguen suponiendo las minas terrestres que quedan por desactivar en el país, y que impiden el retorno seguro de las decenas de miles de desplazados por la reciente guerra civil, según detalla la agencia de información de Naciones Unidas (IRIN).

"El riesgo sigue ahí y es necesario hacer más", explica el director nacional en Sri Lanka de la Fundación Suiza para la Acción Contra las Minas, Nigel Robinson, responsable de esta ONG para la que trabajaba el fallecido, Dominique Morin, muerto el pasado día 10 de matyo en la ciudad de Kakkayankulam Oeste.

Para gran parte de las ocho ONG que trabajan en el país, así como para el Ejército de Sri Lanka, el futuro es incierto, y los fondos que tenían reservados para este año están desapareciendo. "La operaciones de desminado se han expandido enormemente", según informó el director nacional para el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD), Douglas Keh. "Desgraciadamente, en este momento la mayoría de los operadores cuentan con fondos hasta julio y agosto", lamentó.

"Es de vital importancia que sigamos recibiendo el apoyo de los países donantes para seguir con nuestro trabajo de desminado, para que las tareas de limpieza en la áreas pobladas mantengan su ritmo actual", insistió. Al menos son necesarios nueve millones de dólares para conseguir este objetivo sólo para este año, pero las estimaciones apuntan a un mínimo de dos décadas para limpiar "todas las zonas contaminadas": un total de 180 millones de dólares.

El cuerpo de Ingenieros del Ejército de Sri Lanka también ha participado en las operaciones. Según el jefe de la unidad, el general Udaya Nanayakkara, los efectivos han despejado cerca de 1.000 kilómetros cuadrados de tierra desde el final de la guerra contra los rebeldes Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE), en mayo de 2009, hasta abril de este año.

No obstante, se espera que las tareas se ralenticen conforme los operarios se aproximen a las zonas donde se registraron los combates más intensos. Estos lugares, que son barrios residenciales y carreteras de la región del Vanni --donde se encuentran las localidades de Kilinochchi, Mullaithivu, Jaffna, Mannar y Vavuniya-- están recuperando poco a poco su actividad normal, aún sabiendo que existen "riesgos de heridas por minas y otros artefactos explosivos que se encuentran en zonas que todavía no se han despejado".

ACCIDENTES

Por ejemplo, se tiene constancia de un accidente , registrado el pasado mes de enero, en el que fallecieron dos niños al estallar un artefacto en la región de Jaffna. Otro niño de 10 años resultó herido grave en Kilinochchi, cuando detonó otra mina mientras recogía leña para construir una valla.

Por ello, la presencia de minas terrestres sigue siendo un importante obsáculo para el retorno seguro de los refugiados que desean volver a sus hogares. "La continuación del trabajo de desminado", apuntó Keh, "es vital porque la gente está regresando a sus hogares y deben tener la oportunidad de regresar a su vida normal, así que las zonas donde trabajan el campo o recogen madera deben ser despejadas inmediatamente".

Si bien más de 200.000 desplazados han vuelto a sus hogares, más de 70.000 permanecen internados en campos de acogida a las afueras de la ciudad de Vavuniya, según informa la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

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