MOSCÚ, 8 Ago. (Reuters/EP) -
La tensión entre Georgia y Rusia se incrementó ostensiblemente a principios de abril, tras la cumbre de la OTAN en Bucarest (Rumanía) en la que los estados miembros de la Alianza Atlántica dieron su beneplácito a una eventual incorporación de Georgia y Ucrania, sin establecer un calendario definido para su adhesión.
El 16 de ese mismo mes, y en respuesta a las ambiciones georgianas de acceder a la OTAN, el presidente ruso Vladimir Putin ordenaba a sus diplomáticos que entablaran lazos semi-oficiales con las provincias separatistas georgianas de Abjazia y Osetia del Sur, en un mensaje calificado por las autoridades de Tiblisi como de violación flagrante de la ley internacional.
El 20 de abril, Georgia afirma que un avión de combate ruso MiG-29 derribó un avión no tripulado georgiano que planeaba sobre Abjazia. Rusia niega su implicación en este incidente, a pesar de que un informe de Naciones Unidas respalda la investigación de las autoridades de la ex república soviética. Un día después, Georgia acusa a Rusia de perpetrar "un acto de agresión internacional" con el derribo del avión no tripulado. En respuesta, Moscú acusa a Georgia de "inflamar tensiones" en la región.
El 29 de abril, Rusia despliega un contingente de tropas adicional en Abjacia para impedir una presunta invasión georgiana. Al día siguiente, la OTAN es la que acusa a Moscú de provocar roces con las autoridades de Tiblisi. Una semana después, separatistas abjacios declaran haber abatido dos aviones espía georgianos bajo su control. Georgia no sólo niega su implicación sino que acusa a Moscú de "haber estado a punto de instigar una guerra". A finales de mes, Putin, ahora primer ministro, se declara a favor de una propuesta georgiana para garantizar la autonomía, pero no la independencia, de Abjazia.
En julio, el nuevo presidente ruso, Dimitri Medvedev, insta a su homólogo georgiano, Mijail Saakashvili, a "no incrementar la tensión" en las provincias separatistas de Georgia. Sin embargo, una semana después, aviones de combate rusos invaden el espacio aéreo georgiano. En respuesta, Georgia hace regresar a su embajador en Moscú, en señal de protesta.
El 2 de agosto, el Gobierno de Osetia del Sur acusó a las fuerzas de seguridad georgianas de causar la muerte de seis personas y herir a otras siete en un ataque ocurrido ayer en la localidad fronteriza de Satikari, según informó el comité de prensa de la región autoproclamada independiente de la antigua república soviética. Por su parte, el Ministerio de Interior georgiano indicó que, previamente, seis de sus policías habían resultado heridos a causa de la explosión de un coche patrulla a causa de una mina terrestre colocada por guerrillas surosetias.
Hoy, a pesar del alto el fuego pactado entre Georgia y separatistas osetios, el Ejército georgiano emprendió una ofensiva contra la capital osetia, Tsijinvali. En cuestión de horas, el Gobierno de Tiblisi anuncia "la liberación de la capital", lo que provoca la condena del primer ministro Putin, que advirtió de que las acciones "agresivas" de Georgia en Osetia del Sur obtendrán una "respuesta" por parte de Rusia.