VIENA, 9 Ago. (Reuters/EP) -
Un tribunal de Viena ha condenado este viernes a cuatro directivos de la empresa de telecomunicaciones Telekom Austria --entre ellos el exdirector Rudolf Fischer y el directivo de publicidad Gernot Rumpold-- por estafar a la compañía alrededor de 600.000 euros que según los fiscales fueron canalizados secretamente a el partido de ultraderecha Partido de la Libertad (FPO) en el año 2004.
Fischer ha sido condenado a tres años de prisión, aunque deberá permanecer seis meses en la cárcel y posteriormente podrá acceder a la libertad provisional. Mientras, Rumpold ha sido condenado a tres años de cárcel por el caso, el tercero en una serie de investigaciones sobre corrupción relacionados con la compañía Telekom Austria. El tribunal también ha ordenado a los dos condenados la devolución de todo el dinero defraudado con intereses.
Los fiscales sostienen que Rumpold recibió el dinero como retribución por la elaboración de unos informes de consultoría falsos y lo utilizó para reemplazar los fondos que le debía el ultraderechista FPO, integrante en 2004 de la coalición de gobierno y liderado por el carismático Joerg Haider.
Otros dos acusados han sido condenados a sentencias menores por abuso de confianza y perjurio, mientras que otro ha sido absuelto. El abogado de Rumpold ha presentado un recurso contra la sentencia.
El fiscal Herbert Harammer ha argumentado en su alegato final que las autoridades necesitan una llamada de atención. "Tenemos que demostrar a los posibles infractores que infringir la ley tendrá consecuencias tangibles", ha asegurado.
El tribunal ha ordenado al FPO --que en la actualidad se ha escindido en dos partes-- a renunciar a estos 600.000 euros. El partido ya ha anunciado que apelaría contra la sentencia, que se ha producido antes de las próximas elecciones nacionales de septiembre.
Este caso pone de relieve los esfuerzos que están realizando las autoridades austriacas para poner fin a este tipo de prácticas, que han permitido a numerosos funcionarios públicos apropiarse de fondos del exmonopolio Telekom Austria, privatizado parcialmente en 2000. Los medios de comunicación austriacos han apodado a la compañía como el 'cajero automático de la política'.
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