MADRID, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
La última ofensiva del ejército israelí sobre Gaza comenzó el 8 de julio y fue denominada Operación Margen Protector. El objetivo de esta operación, según el Gobierno de Israel, es atacar a Hamás -un movimiento radical palestino con una gran fuerza política en Gaza-.
Hamás fue fundado en 1987 y está considerado por la Unión Europea y Estados Unidos como un grupo terrorista y terminar con los túneles con acceso directo que la organización tiene al territorio israelí, así como con el lanzamiento de cohetes, una práctica que según el Ministerio de Defensa israelí ha sido habitual en los últimos años, tal y como se puede observar en este gráfico.
El conflicto entre palestinos e israelíes está causando numerosas víctimas mortales, sobre todo en el lado palestino donde los muertos superan los 2.000 después de mes y medio del inicio de la operación. La gran mayoría de los fallecidos son civiles -aproximadamente 1.500 civiles han perdido la vida por los ataques del ejército israelí, casi 500 de ellos eran niños-. En el lado israelí, las bajas se cifran en 70 víctimas, siendo dos de ellas civiles.
La compleja situación que sufren los civiles palestinos ha forzado que muchos se hayan visto obligados a huir del territorio, se calcula que ya son más de 400.000 los palestinos que han abandonado sus casas, muchas de ellas han sido completamente destruidas o se encuentran muy dañadas.
Las escuelas también han sido objetivo de los ataques israelíes -tanto las del Gobierno, como las de la ONU-, un número importante de estos colegios se habían convertido en refugios para los palestinos de los ataques enemigos. La Ciudad de Gaza ha sido la zona más afectada por estos bombardeos, más de 90 escuelas han sido gravemente dañadas.
La Operación Margen Protector está teniendo consecuencias catastróficas para la población de Gaza, según la ONU, que ha definido la situación como emergencia humanitaria y ha instado en numerosas ocasiones a ambas partes a poner fin al conflicto.