La continuidad del diálogo con Cuba más allá de junio del 2009 queda condicionada a la efectividad del mismo
LUXEMBURGO, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Agricultura de la Unión Europea aprobaron hoy formalmente la eliminación definitiva de las sanciones europeas impuestas a Cuba en 2003 tras la detención de 75 presos políticos y suspendidas oficialmente en 2005. La oferta de diálogo y cooperación a Cuba será revisada en junio de 2009 bajo presidencia checa de la UE, uno de los países más resistentes a levantar las sanciones sin tener compromisos de La Habana en materia de Derechos Humanos.
La decisión de hoy ha sido posible después de que los ministros de Asuntos Exteriores de la UE llegaran el pasado jueves a un acuerdo para retirar definitivamente dichas sanciones, en una cena que celebraron coincidiendo con la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, celebrada los pasados jueves y viernes en Bruselas.
A pesar de su decisión de retirar las sanciones, la Unión Europea ha advertido a La Habana de que serán necesarios más cambios para que Europa mantenga dentro de un año su oferta de diálogo y cooperación con el régimen, ya que el acuerdo alcanzado la semana pasada supedita la continuidad del diálogo a que quede probada la "efectividad" del proceso de diálogo. El diálogo "sólo continuará" si los ministros están de acuerdo por unanimidad en que ha servido para algo, tal y como acordaron los Veintisiete la semana pasada.
En este sentido, los países comunitarios prestarán especial atención a dos peticiones que se incluyen en el texto de conclusiones adoptado la semana pasada por los Veintisiete: que el Gobierno cubano "facilite" el acceso de las organizaciones humanitarias a las prisiones --asunto que califica como una "prioridad clave" de la política europea hacia Cuba-- y que "ratifique y ponga en práctica" los dos pactos internacionales firmados recientemente sobre Derechos Civiles y Políticos, por una parte, y Económicos, Sociales y Culturales.
DIÁLOGO CONDICIONADO
Estos últimos añadidos al texto --que condicionan de algún modo la nueva política que se ofrece a Cuba-- son el fruto de la posición de aquellos países más reticentes al levantamiento de las sanciones, entre ellos República Checa --cuya política hacia la isla suele ir pareja a la estadounidense--, Países Bajos, y Reino Unido y Suecia, en menor medida, a los que se unió en el último momento Alemania, cuya canciller pidió el lunes pasado un aplazamiento de la discusión por supuestas diferencias internas en su Gobierno de coalición.
El documento final, formalizado este lunes en el Consejo de Ministros de Agricultura, incluye otra novedad: la reafirmación por parte del Consejo de que su política de contactos con la oposición democrática "sigue siendo válida". En realidad, éste es uno de los elementos de la Posición Común del 96, que, si bien dice que en las visitas de delegaciones a la isla se debe tener contactos con la oposición, no precisa a qué nivel. El texto final habla de contactos "apropiados".
La UE reafirma además su compromiso con la Posición Común del 96 y con su determinación para continuar el diálogo con las autoridades cubanas y los representantes de la sociedad civil y la "oposición democrática" con el objetivo de "promover el respeto a los Derechos Humanos y progresos reales hacia una democracia pluralista".
También pide al Gobierno cubano que conceda libertad de información y expresión, "incluido el acceso a Internet" y reitera el derecho de los cubanos a "decidir independientemente sobre su futuro", así como la disposición de la UE a "contribuir positivamente al desarrollo futuro de todos los sectores de la sociedad cubana, también a través de los instrumentos de cooperación".
El proceso de diálogo, añade la declaración, debe incluir "todos los ámbitos potenciales de cooperación, incluidos el político, Derechos Humanos, económico, científico y cultural" y debería desarrollarse sobre una base "de reciprocidad, de forma incondicional, no discriminatoria y orientada a conseguir resultados". En el marco de este diálogo la UE destacará ante el Gobierno cubano su punto de vista sobre la democracia, los Derechos Humanos universales y las libertades fundamentales.
España, que ha abanderado el cambio de política hacia La Habana, persigue con la apertura de esta nueva etapa, espera que bajo presidencia española de la UE -que ocupará durante el primer semestre de 2010_los Veintisiete puedan concluir un acuerdo de cooperación con Cuba, tal y como anunció la semana pasada el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, tras la consecución del acuerdo.
Las sanciones de 2003 consistían en limitar las visitas bilaterales de alto nivel, bajar el perfil de la participación de los Estados miembros en iniciativas y actividades culturales de las autoridades cubanas e invitar a los disidentes a las Embajadas en la isla en los días nacionales de cada país.