LA HABANA, 13 Ene. (Reuters/EP) -
Representantes de Cuba y Estados Unidos han reconocido avances en la cuarta ronda de conversaciones sobre migración que se celebró el miércoles en La Habana, según informaron ambos gobiernos a través de comunicados. No obstante, la detención en la isla del empresario estadounidense Alan Gross sigue siendo un tema de fricción entre los dos países.
"La reunión se desarrolló en un clima respetuoso", dijo la delegación cubana en una nota en la que destacó la significativa reducción del número de nacionales que han emigrado ilegalmente al país norteamericano, ya que en 2010 la cifra de cubanos interceptados en el mar cayó a 2.088, la más baja de los últimos 28 años.
"Se reconoció la disminución significativa de las salidas riesgosas entre Cuba y Estados Unidos como resultado de los esfuerzos emprendidos por los dos países para enfrentar el tráfico de personas y la emigración ilegal", agrega el documento.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, P.J. Crowley, manifestó la voluntad de la Casa Blanca de continuar con estos contactos. "Participar en estas conversaciones subraya nuestro interés en que continúe un debate constructivo con Cuba para hacer avanzar los intereses de Estados Unidos", indicó.
Este es el cuarto encuentro que mantienen ambas delegaciones desde que se reanudaron las conversaciones sobre migración, con la llegada de Barack Obama a la Presidencia estadounidense, en enero de 2009. El objetivo es renovar el acuerdo suscrito en 1994 para evitar éxodos masivos de la isla, como los de las décadas de 1980 y 1990.
Sin embargo, este acercamiento entre ambos países se ha visto truncado por la detención del empresario norteamericano Alan Gross en un hotel de La Habana en diciembre de 2009. Las autoridades cubanas acusan a Gross de espionaje por introducir equipos de comunicación por satélite, prohibidos en la isla, aunque todavía no han presentado cargos en su contra.
Como ya hiciera en reuniones anteriores, la delegación estadounidense, encabezada por la subsecretaria adjunta del Departamento de Estado, Roberta Jacobson, ha puesto sobre la mesa la cuestión de Gross, exigiendo una vez más su liberación, según señala la nota divulgada por Crowley.
No es la primera vez que estas conversaciones se ven interrumpidas por temas periféricos. En febrero de 2010, una nueva crisis bilateral se desató cuando los representantes de Estados Unidos en estas conversaciones aprovecharon el viaje a la isla para reunirse con la disidencia interna, irritando así a las autoridades cubanas.