BRUSELAS, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
La situación económica, la ciberseguridad y la lucha contra el cambio climático centrarán la cumbre UE-Estados Unidos que se celebra este sábado en Lisboa en un intento por estrechar las relaciones transatlánticas, cuando los europeos temen ser relegados a un segundo plano en la agenda norteamericana frente a potencias emergentes como China e India y el presidente norteamericano, Barack Obama, se repone de la derrota ante los republicanos en las recientes legislativas.
Será además la presentación formal entre el presidente permanente del Consejo de la UE, Herman Van Rompuy, y Obama, quien planteó problemas de agenda el pasado mes de mayo para cancelar el primer intento de encuentro, previsto en Madrid bajo presidencia española de la UE. También estarán el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, y el primer ministro portugués, Jose Socrates, en tanto que anfitrión.
La reunión, de apenas dos horas, se celebra en Lisboa y no en Bruselas para aprovechar que Obama está en la capital lusa este viernes y sábado para participar en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN.
La situación económica internacional, incluidas las diferencias entre las partes sobre la regulación financiera y las conclusiones del G-20 de Seúl, será uno de los ejes de este encuentro, especialmente en cuanto a las formas posibles de colaboración para contribuir al crecimiento y al empleo. El posible rescate de Irlanda no está en la agenda formal pero es probable que los líderes traten también esta cuestión, han indicado fuentes diplomáticas.
La próxima Cumbre sobre cambio climático que arranca el próximo 29 de noviembre en Cancún será otro de los temas de debate y Estados Unidos y la Unión Europea estudiarán cómo llevar una posición común a ese foro para apoyar avances hacia un acuerdo global de reducción de emisiones contaminantes.
La UE se ha comprometido a recortar sus emisiones en un 20% para 2020 con respecto a 1990 y está dispuesta a mejorar su oferta si le siguen otros socios internacionales, algo poco probable en el caso de Estados Unidos, especialmente tras el poder ganado por los republicanos en las Cámaras de decisión.
El ciberterrorismo es otra de las preocupaciones que comparten a ambos lados del Atlántico y sobre el que los líderes quieren impulsar la colaboración para combatirla. Se espera que en la cumbre se impulse la creación de un grupo de trabajo para la cooperación en ciberseguridad.
La necesidad de dar un nuevo impulso a la ronda de liberalización comercial de Doha, el problema nuclear en Irán --de cara a la reanudación de las conversaciones con la comunidad internacional el próximo diciembre--, el conflicto de Oriente Próximo y Pakistán son otras preocupaciones comunes que los líderes prevén tratar. No hablarán sin embargo de Afganistán, capítulo abordado en profundidad en la cumbre de la OTAN que precederá a ésta.