Damasco excarcela a 10 opositoras en el marco de un intercambio de rehenes con un grupo rebelde

BEIRUT 23 Oct. (Reuters/EP) -

Las autoridades libias han excarcelado a diez mujeres que estaban detenidas por apoyar a la oposición y que forman parte de un grupo de 126 mujeres que deberían ser liberadas en el marco de un acuerdo de intercambio de rehenes con un grupo armado rebelde del norte de Siria, según han informado este miércoles fuentes opositoras.

La excarcelación de las mujeres eran la principal demanda del grupo rebelde que hace 17 meses secuestró a nueve varones libaneses en el norte de Siria. Tanto estos nueve rehenes como dos pilotos turcos que fueron posteriormente secuestrados por los familiares de los libaneses fueron liberados la semana pasada tras un acuerdo patrocinado por Qatar.

"Han sido liberadas esta noche, pero no sabemos si va a haber más excarceladas hoy o más tarde, si es que las hay. Estamos a la espera", ha declarado un activista sirio de Derechos Humanos. Las autoridades sirias no han hecho ningún comentario oficial sobre este hecho ni han querido reconocer ninguna involucración en el acuerdo para el intercambio de rehenes.

Apenas hay informaciones sobre las mujeres liberadas ni sobre el lugar en que estaban detenidas, pero hay indicios de que formaban parte del grupo de presos cuya liberación habían exigido los rebeldes que habían secuestrado a los libaneses.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres pero con una amplia red de observadores en Siria, ha informado de que el Gobierno liberó la semana pasada a "decenas de prisioneros" que podrían formar parte del acuerdo de intercambio de rehenes.

Los rebeldes secuestraron en mayo de 2012 a los libaneses, a los que acusaron de pertenecer al partido-milicia chií libanés Hezbolá, fiel aliado del régimen sirio de Bashar al Assad. Los familiares de los secuestrados aseguraron que se trataba de peregrinos que regresaban a sus casas después de visitar santuarios chiíes en Irán.

Los pilotos turcos, por su parte, fueron secuestrados posteriormente por los familiares de los rehenes libaneses a fin de presionar a Turquía, cuyo Gobierno no ha ocultado su apoyo a los rebeldes sirios.