PARÍS, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los líderes mundiales reunidos en París han concluido que la "intolerable" situación en Libia ha forzado a la comunidad internacional a ejecutar la resolución 1.973 de Naciones Unidas, por la que se insta a emplear "todos los medios necesarios, militares incluidos" para detener la "brutal represión" del régimen Muamar Gadafi contra su pueblo.
La comunidad internacional informó además de que ha puesto el caso de Libia en manos del Tribunal Penal Internacional, que podría a su vez considerar las acciones de Gadafi como crímenes contra la Humanidad, e iniciar el pertinente proceso judicial contra el coronel y sus elementos más cercanos si el tribunal así lo considerara oportuno.
Este es el texto íntegro de la declaración final, remitido por el Elíseo:
"Desde el 15 de febrero de este año, el pueblo libio ha venido expresando de forma pacífica el rechazo a sus líderes y sus aspiraciones de cambio. Ante estas legítimas peticiones procedentes de todo el país, el régimen libio ha desencadenado una represión brutal, empleando para ello armas de guerra contra su propio pueblo y perpetrando graves y masivos crímenes contra el derecho humanitario".
"A pesar de las demandas expresadas por el Consejo de Seguridad en la Resolución del Consejo de Seguridad 1.970 del 26 de febrero, a pesar de las condenas de la Liga Árabe, la Unión Africana, la secretaría general de la Organización de la Conferencia Islámica y la Unión Europea, así como las de muchos gobiernos del mundo, el régimen libio ha incrementado el nivel de violencia para imponer por la fuerza su voluntad sobre su propio pueblo".
"Esta situación es intolerable".
"Expresamos nuestra satisfacción tras la adopción de la Resolución 1.973 que, entre otras cosas, exige un inmediato y completo alto el fuego, autoriza la adopción de todas las medidas necesarias para proteger a los civiles contra los ataques y establece una zona de exclusión aérea sobre Libia. Finalmente, fortalece y aclara el embargo sobre el régimen libio y las reglas que se aplican a la congelación de los fondos libios, en particular las referidas a la National Oil Company, y las restricciones de viaje contra el régimen de Gadafi".
"A través de la contribución, de manera diferenciada, a la puesta en práctica de la Resolución 1.973, tenemos la determinación de actuar de manera colectiva y resuelta para que estas decisiones gocen de pleno efecto".
"Muamar Gadafi y aquellos que ejecutan sus órdenes deben terminar inmediatamente con los actos de violencia que está perpetrando contra los civiles, así como retirarse de todas las áreas en las que hayan entrado por la fuerza, regresar a sus bases y permitir acceso humanitario sin restricciones. Insistimos en que el Consejo de Seguridad podría considerar las acciones del régimen libio como crímenes contra la Humanidad y, por ello, se ha remitido este caso ante el Tribunal Penal Internacional (TPI)".
"Estamos determinados a tomar todas las medidas necesarias, militares incluidas y consistentes con la Resolución 1.973, para asegurar que se cumplen estas exigencias".
"Queremos asegurar al pueblo libio que estamos comprometidos a seguir a su lado para que se hagan realidad sus aspiraciones y construyan su futuro y sus instituciones en un marco democrático.
"Recordamos que la Resolución 1.973 del Consejo de Seguridad de la ONU no permite la ocupación de, o cualquier intento de ocupar, el territorio libio".
"Rendimos tributo a la valentía del Consejo de Transición Nacional libio (CTN) y a todos los libios que ostentan cargos de responsabilidad y quienes valientemente se han disociado del régimen libio y han concedido su respaldo al CTN".
"Nuestro compromiso es a largo plazo. No permitiremos que el coronel Gadafi ni su régimen sigan desafiando la voluntad de la comunidad internacional o seguir despreciando a su pueblo. Mantendremos nuestra ayuda para que los libios puedan reconstruir su país, respetando completamente la soberanía e integridad territorial de Libia".