QUITO, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las ciudades de Quito y Guayaquil se han sumergido en el caos por la ola de actos vandálicos y saqueos que se han registrado en algunas zonas ante la ausencia de las fuerzas de seguridad en las calles, como consecuencia de las protestas que algunos sectores militares y de la Policía han protagonizado en todo el país.
Los medios locales han informado de numerosos robos, atracos en plena vía pública, asaltos a coches particulares y unidades del transporte público y saqueos en las principales ciudades del país. Algunos centros comerciales han cerrado sus puertas por temor a ser blanco de las pandillas. El Trolebús y el Ecovía suspendieron todos sus servicios como medida de precaución.
Las principales calles se encuentran bloqueadas por policías que cuentan con la colaboración de la Comisión de Tránsito de Guayaquil, que aprovecharon la coyuntura para tomar las principales vías de la ciudad como el Puente de la Unidad Nacional, avenida de las Américas y avenida Portete.
Varias entidades bancarias de los Banco de Pichincha y el Boliviariano del Unicentro fueron atacadas por maleantes que aprovecharon la ausencia de la Policía Nacional para atracar algunos centros financieros, informaron medios ecuatorianos.
Las actividades en todos los colegios han sido suspendidas hasta nuevo aviso, lo que obligó a miles de estudiantes a regresar a sus viviendas por temor a que sus instalaciones fuesen blanco de los delincuentes.
Las protestas, que han sido calificadas por el Gobierno de Rafael Correa como una "insubordinación", comenzaron desde tempranas horas en las sedes policiales de Guayaquil, Ecuador y Cuencia en rechazo a la Ley de Servicio Pública que restó algunos beneficios, a fin de homologar los salarios de todos los funcionarios. Pero durante el día se han dio caldeando al punto de generar el caos en las principales ciudades.
Entretanto, militares tomaron las pistas de los aeropuertos de Quito y Guayaquil en respaldo a la protesta que, según las autoridades ecuatorianas, están siendo promovidas por "sectores golpistas" que intentan desestabilizar al Gobierno socialista de Correa.
Por su parte, el jefe del Comando de las Fuerzas Armadas de Ecuador, Ernesto González, aseguró que la situación está controlado, al tiempo que ha expresado su apoyo a Correa. "Estamos en un estado de derecho. Estamos subordinados a la máxima autoridad que es el señor presidente de la República", indicó.
El ministro de Seguridad ecuatoriano, Miguel Carvajal, atribuyó estas protestas a la falta de información sobre la nueva ley. "Confiamos en la capacidad profesional de nuestros militares y nuestros policías, confiamos que toda esta situación generada por desinformación sea clarificada lo más pronto posible y confiamos que la situación retorne a la normalidad en pocos momentos", expresó.