LA HABANA, 19 Ene. (Reuters/EP) -
El número de presos políticos en Cuba descendió a 201 en el segundo semestre del 2009 --frente a los 208 registrados un año antes--, aunque el año pasado aumentaron los arrestos temporales y el acoso a los disidentes del Gobierno de Raúl Castro.
La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), un grupo ilegal pero tolerado por el Gobierno de la isla, señaló haber documentado un total de 869 detenciones a opositores el año pasado.
"Se hizo más marcada la tendencia, iniciada en los años precedentes, a sustituir la represión política basada en encarcelamientos prolongados por otros procedimientos igualmente ilegales, pero menos costosos desde el punto de vista político como son las detenciones arbitrarias de corta duración, las amenazas y otras formas de intimidación", señala la comisión en un informe.
Su informe incluye entre los presos políticos a una decena de opositores en libertad condicional por razones de salud y a algunos extranjeros acusados de planear atentados con explosivos en la isla.
La CCDHRN advierte de que no hay señales de reformas jurídicas, económicas ni políticas en el horizonte de Cuba. "A menos que ocurra un milagro, la situación de derechos civiles, políticos y económicos en Cuba, a lo largo del año 2010, seguirá siendo igual o peor", dijo el portavoz del grupo, Elizardo Sánchez.
La agrupación reportó además un aumento de las agresiones físicas y verbales a disidentes que realizaron manifestaciones públicas en los últimos dos meses.
Las autoridades comunistas de Cuba dicen que los disidentes son mercenarios a sueldo de Estados Unidos. Castro afirmó recientemente que el arresto en Cuba de un contratista del Gobierno norteamericano, acusado de entregar teléfonos móviles a disidentes, demuestra que Barack Obama insiste en destruir el sistema socialista.
Estados Unidos y la Unión Europea señalan que la situación de los Derechos Humanos obstaculiza un mayor acercamiento al Gobierno de Raúl Castro, que reemplazó en el poder hace casi dos años a su convaleciente hermano Fidel. Cuba ha rechazado ese tipo de comentarios, que considera injerencias en sus asuntos internos.
La Comisión Cubana de Derechos Humanos acotó que Cuba necesita de un proceso de reconciliación similar al de otras naciones en África y América Latina, que incluiría "alguna forma de perdón nacional".