La ONG alerta de un aumento del 50 por ciento en el número de niños que ingresan en los programas de desnutrición aguda
MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ONG Acción Contra el Hambre ha denunciado esta semana que unos 4,3 millones de personas sufren una severa escasez de alimentos y desnutrición en Sudán del Sur, donde el Plan de Respuesta Humanitaria para 2016 ha sido financiado en tan sólo un 31,1 por ciento.
La población de Sudán del Sur, que celebra su quinto aniversario como nación, se ha visto obligada a desplazarse debido a la inseguridad y la falta de alimentos, según la ONG, que ha indicado en su último informe que la situación ha empeorado notablemente desde el comienzo del año y que se agravará si no se moviliza cuanto antes la ayuda humanitaria.
"No hemos comido adecuadamente durante días y temo por mi familia", ha señalado Agowuh Lakech, que no tiene ingresos financieros y alimenta a sus hijos con las hojas que recoge de los árboles. La región de Lackeh, Bar el Ghazal, se encuentra en un nivel cuatro de emergencia con una tasa de desnutrición de casi el 50 por ciento, según la ONG.
En el estado de Unity, también con un nivel cuatro de alerta, la población que sufre la crisis alimentaria es del 65 por ciento. Según Acción Contra el Hambre unas 5.000 personas viven en los pantanos sin ningún tipo de ayuda, atrapadas por el conflicto que está teniendo lugar en el condado de Leer, donde la emergencia es de nivel cinco.
AUMENTO DE LA VULNERABILIDAD DE LOS NIÑOS
En su informe, la ONG destaca un aumento de la vulnerabilidad de los menores ante el inicio de la temporada de lluvias. "La crisis alimentaria en el norte del estado de Bahr el Ghazal ha alcanzado niveles impresionantes", ha aseverado el director de Acción contra el Hambre en Sudán del Sur, Andrea Tamburini. "En los primeros cuatro meses de 2016 vimos cómo el número de niños que ingresaron en nuestros programas de tratamiento por desnutrición aguda aumentó un 50 por ciento, un hecho muy alarmante".
Según los resultados del último 'Cuadro integrado de clasificación de la seguridad alimentaria' (IPC), en la ciudad de Aweil, en el norte de Bahr el Ghazal, el riesgo de infección ha aumentado debido a la desnutrición, que debilita el sistema inmunológico y pone en peligro la vida de muchos menores.
La falta de lluvias, las malas cosechas en 2015, los frecuentes saqueos y los problemas de seguridad han dificultado el suministro de alimentos en la región, según ha denunciado Acción Contra el Hambre. Además, el cierre de la frontera entre Sudán y Sudán del Sur ha interrumpido el transporte y el abastecimiento de Sudán. Estos factores han provocado que, desde el comienzo de la estación del hambre en abril, las familias cuenten aún con menos alimentos de lo habitual.
"Estamos muy preocupados por el impacto que puede tener la estación de las lluvias sobre la crisis alimentaria", ha indicado Tamburini. "Las provisiones de alimentos deben ponerse en camino de inmediato antes de que las carreteras se vuelvan intransitables y que el acceso a las comunidades con inseguridad alimentaria sea extremadamente difícil", ha añadido.
REDUCCIÓN DE ESPACIO HUMANITARIO
La volatilidad de la situación y la reducción del espacio humanitario ponen en riesgo la vida de los profesionales y de la población, según la ONG, que ha publicado que sólo en mayo tres trabajadores humanitarios fueron asesinados en Sudán del Sur. Las organizaciones humanitarias han registrado 78 incidentes, la mayoría dirigidos al personal humanitario y sus equipos. Estos ataques han impedido que la ayuda llegue a su destino, según el último informe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
El Plan de Respuesta Humanitaria 2016 para Sudán del Sur sólo obtuvo una financiación del 31,1 por ciento. Además, las reservas para el suministro de asistencia alimentaria no disponen de fondos suficientes para satisfacer la creciente demanda. "El mundo está pendiente de Sudán del Sur", ha manifestado Tamburini. "El tiempo de hablar ha terminado. La situación humanitaria ha llegado a un punto de no retorno. Por eso instamos a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas, tanto para movilizar fondos como para establecer unos cauces permanentes de suministro", ha añadido.