PEKÍN 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
Ma Jian, un alto cargo de la Inteligencia China, ha sido detenido por cargos de corrupción coincidiendo con el inicio del debate en el seno del Partido Comunista de China (PCCh) para adoptar medidas anticorrupción.
La detención de Ma es una de la más destacadas de los últimos tiempos, ya que, si bien su cargo oficial es el de 'número dos' del todopoderoso Ministerio de Seguridad Estatal, fuentes citadas por el diario 'South China Morning Post' señalan que en realidad estaba a cargo de las operaciones de contraespionaje en territorio continental.
Aunque el arresto de Ma ha estado envuelto en el habitual hermetismo de la política china, se cree que está relacionado con la investigación sobre Founder Group, un conglomerado tecnológico propiedad de la Universidad de Pekín.
Ma estaría vinculado al presidente de Founder Group, Li You, quien habría financiado importantes acuerdos de seguridad y que recientemente ha protagonizado una polémica con Beijing Zenith, una promotora inmobiliaria, por un escándalo de compra de acciones.
Además, está estrechamente vinculado a Ling Jihua , el que fuera jefe de Gabinete del anterior presidente del gigante asiático, Hu Jintao (2002-2013), y que fue detenido el pasado mes de diciembre por cargos de corrupción.
Ma es el funcionario chino más importante que ha sido detenido por corrupción después de Zhou Yongkang, ex jefe de Seguridad Nacional, fuera arrestado el pasado 5 de diciembre por aceptar enormes sumas de dinero como soborno y filtrar documentos confidenciales.
DEBATE ANTICORRUPCIÓN
La detención de Ma ha coincidido con el inicio del debate anticorrupción en el PCCh, que durante tres días analizará los nuevos frentes, entre los que estarían los empleados públicos, especialmente en las entidades locales.
Esta reunión sigue a la celebrada el pasado mes de diciembre por los 25 miembros del politburó del PCCh, tras la cual la cúpula del régimen comunista envió un mensaje firme de lucha contra la corrupción interna.
A su llegada al poder, en 2013, el presidente chino, Xi Jinping, lanzó una campaña contra la corrupción ante la presión que comenzaba a ejercer la sociedad por los continuos escándalos, especialmente entre la clase política, que amenazaban con tambalear el régimen comunista.