NUEVA YORK 6 Oct. (Reuters/EP) -
El ex presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas John Ashe ha sido detenido este martes en el marco de una investigación de la Fiscalía de Estados Unidos sobre una trama de sobornos para construir un centro de conferencias en Macao.
Las autoridades estadounidenses investigan los pagos que una empresa de Macao dedicada al negocio inmobiliario habría realizado a varios cargos de la ONU, entre ellos Ashe, para conseguir que la organización internacional financiara la construcción de un centro de conferencias.
Ashe, embajador de Antigua y Barbuda en Naciones Unidas que ejerció como presidente de la Asamblea General en 2013 --cargo ceremonial de un año que suele pagar el país de origen--, está acusado de recibir más de 1,3 millones de dólares en sobornos de empresarios chinos, entre quienes destaca el multimillonario promotor Ng Lap Seng.
Por un lado, el diplomático caribeño habría recibido hasta 500.000 dólares para que convenciera al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, de la necesidad de construir un nuevo centro de conferencias en Macao.
Ashe habría recibido el dinero a través de varios intermediarios, entre quienes destacan el 'número dos' de la delegación diplomática de República Dominicana, Francis Lorenzo, y unos de los trabajadores de Ng, Jeff Yin.
Éste último fue detenido el mes pasado por otros cargos y durante los interrogatorios confesó al FBI que su jefe estaba obsesionado con construir el centro de conferencias en Macao porque lo veía como "su legado".
Por otro, Ashe habría recibido más de 800.000 dólares en sobornos de otros empresarios chinos para que favoreciera sus intereses tanto en la organización internacional como en Antigua y Barbuda. En este caso, el primer ministro de la nación caribeña también habría cobrado.
Aquí el dinero habría llegado a través de una ONG que las autoridades estadounidenses no han revelado pero que, de acuerdo con la prensa local, sería Global Sustainability Foundation. Las personas implicadas serían si director ejecutivo en Nueva York, Shiwei Yan, y su director financiero, Heidi Hong Piao.
La investigación revela, no obstante, que Ashe depositó más de tres millones de dólares de gobiernos extranjeros en cuentas de dos bancos estadounidenses entre 2012 y 2014 y transfirió algo de dinero a su mujer, mientras que gastó otra parte en bienes de lujo.
En total hay cinco detenidos y el fiscal del caso, Preet Bharara, ha adelantado en una rueda de prensa celebrada este martes en Nueva York que podría haber más, aunque no ha adelantado quiénes podrían ser.
"IMPACTADO"
"El secretario general está impactado y profundamente preocupado por las acusaciones contra Ashe, que van directamente contra el corazón de la integridad de Naciones Unidas", ha dicho a la prensa Stephane Dujarric, portavoz de Ban.
"La corrupción no es un negocio habitual en Naciones Unidas", ha asegurado Dujarric, subrayando que la organización internacional cooperará en todo lo que sea necesario con Estados Unidos para aclarar lo ocurrido.