RANGÚN, 8 Dic. (Reuters/EP) -
Los medios de comunicación oficiales de la dictadura birmana ha arremetido contra la nueva iniciativa de la líder opositora Aung San Suu Kyi de restablecer los contactos para pactar la autonomía de las minorías étnicas, un gesto que han calificado de "montaje político barato" que supone una amenaza para la paz.
En las críticas de los medios estatales no se refirieron directamente a Suu Kyi por su nombre, pero han descalificado cualquier intento de negociar un acuerdo con los grupos armados sin la implicación del régimen por ser inconstitucional.
Una columna de opinión titulada "No hagas zozobrar la barca" publicada por el diario 'The New Light of Myanmar' --'La Nueva Luz de Birmania', afín a la dictadura-- considera que la situación política del país es "muy sensible y delicada" y que cualquier iniciativa para lograr un nuevo acuerdo de descentralización podría provocar "que la barca entera se rompa en pedazos y se hunda completamente".
"Si alguien realmente quiere entrar en política para servir a los intereses del Estado, debe actuar sencilla, legal y honestamente en el marco de la constitución", señala.
Suu Kyi y su partido, el ilegalizado Liga Nacional para la Democracia (NLD), han lanzado una iniciativa para lograr un "segundo Acuerdo Pinlong" con los grupos étnicos en conflicto armado con el régimen desde hace años. Los propios movimientos étnicos han manifestado su apoyo a esta medida.
El Acuerdo Pinlong, suscrito en 1947, supuso un hito fundamental en el proceso de independencia birmano de su potencia colonial, Reino Unido. Fue el impulso definitivo para el movimiento independentista liderado por el padre de Suu Kyi, el general Bogyoke Aung San, que finalmente logró la separación al año siguiente. El pacto establecía un régimen de autonomía para los tres grupos étnicos minoritarios en el marco de una república federal, pero nunca llegó a entrar en vigor.
Estos comentarios de la prensa oficial son las primeras críticas contra Suu Kyi desde su puesta en libertad, el pasado 13 de noviembre, tras años de prisión y arresto domiciliario intermitente.
"Sin la participación del Ejército, el líder del actual proceso de transición, y de los partidos políticos elegidos en los comicios de 2010, esto no es más que un montaje político barato", sostiene otro artículo publicado por la prensa oficial birmana.