LONDRES, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
La publicación en un 'blog' de Internet de la lista completa de los datos de los 13.500 afiliados del Partido Nacionalista Británico (BNP, en su siglas en inglés), una formación de extrema derecha, ha generado una severa polémica en Reino Unido que ya ha supuesto el cese de un oficial de la Policía del condado de Merseyside y "amenazas" por teléfono y correo electrónico para los afectados por la filtración.
Los detalles personales se pudieron consultar en la red desde ayer hasta hoy mismo y, aunque a petición de la organización ya se han retirado de la página original en la que aparecieron, continúan todavía a disposición de consulta en otros sitios web en los que los usuarios han podido dejar comentarios en los que cuestionan la compatibilidad entre la pertenencia a la formación y determinadas profesiones, como la de abogado o profesor.
En consecuencia, la dirección protestó por la intencionalidad política que detectó en la filtración de las identidades de miles de personas que apoyarían en secreto a la formación radical ya que, aunque la afiliación no es ilegal, en algunos contratos como los de los policías está explícitamente vetada desde 2002 e ignorarlo entraña consecuencias traducidas en despidos.
En este punto, según confesó a la BBC su líder, Nick Griffin (en la imagen), la cúpula del BNP creía tener identificado al autor de la filtración, un antiguo empleado "de la línea más dura" que habría abandonado las filas el pasado año debido a que "no le gustaba la dirección a la que el partido se encaminaba, demasiado moderada, y decidió romper, llevándose la lista --de miembros-- con él".
No obstante, Griffin posteriormente dirigió sus críticas contra el Partido Laborista, al que acusa de perseguir al BNP con acciones como la promovida este mismo mes en el Parlamento para garantizar por ley el derecho de los sindicatos a rechazar el alta de personas afiliadas esta formación de extrema derecha.
AMENAZAS
Al respecto, uno de los portavoces, Simon Darby, advirtió de que ,"de descubrir el nombre de la persona que publicó esta lista, sería una de las cosas más estúpidas que haya hecho en su vida" --"yo no dormiría tranquilo esta noche", llegó a amenazar--, si bien subrayó que no se refiere a una respuesta violenta, sino al hecho de que el autor se enfrenta a penas de prisión por atentar contra una resolución judicial dictada el pasado mes de abril por un tribunal de Manchester para evitar el "maluso" de la lista.
En este sentido, la información contenía no sólo los nombres y direcciones de los simpatizantes, sino los teléfonos, tanto fijos como móviles, los emails, tanto de militantes activos como de antiguos miembros y personas que expresaron su interés en darse de alta, pero que todavía no habían cumplimentado los trámites, así como las aficiones de algunos.
Además, en el listado figuraba también la profesión de gran parte, entre los que figuran policías, dos abogados, cuatro líderes religiosos, al menos un doctor y un número determinado de profesores de Primaria y Secundaria, según informa el diario 'The Guardian', así como los nombres y edades de niños que se vincularon en base a una afiliación familiar adoptada por sus padres, así como de adolescentes que se unieron a la edad mínima en Reino Unido para darse de alta en un partido, 16 años.
LEY DE DERECHOS HUMANOS
Por ello, el líder del BNP subrayó que la formación estudia la Ley de Derechos Humanos, basada en la normativa europea a la que, no obstante, se opone, para intentar proteger la privacidad de sus afiliados, si bien negó que esto revele una doble moral en la formación. Así, pese a aclarar "no tener ningún problema" con que se dé cuenta de la profesión, advirtió de que informar sus nombres y direcciones representa una "lamentable muestra de intimidación en nombre del régimen laborista".
Aún así, consideró que el episodio cuenta con un aspecto positivo, ya que prueba que la percepción generalizada de los miembros del BNP como un "grupo de 'skinheads' simplemente no es verdad". Pese a ello, la formación puso en manos de la policía la investigación de un episodio que calificó de "malicioso", por cuanto "no es una cuestión de mala gestión de la información, es un robo".
En este sentido, algunos de los integrantes de la lista piden "discreción" en torno a que se conozca su pertenencia a la formación en base a "razones laborales", como es el caso de una policía de la que se da cuenta, además, de los nombres y edades de sus hijos, y que tendría vetada esta militancia para evitar conflictos raciales, según informó la Asociación de Jefes de Policía (ACPO, en sus siglas en inglés).
MEDIDAS DE CONTROL
No en vano, las bases de datos del BNP cuentan desde siempre con importantes medidas de control en los equipos informáticos que poseen en una oficina afincada en la ciudad inglesa de York desde llos listados a los dirigentes locales se remiten en archivos adjuntos codificados que sólo pueden ser abiertos con contraseñas.
En consecuencia, la formación subrayó que "muy poca gente" ha tenido acceso al listado de miembros y confirmó en su página web que, pese a no estar completamente actualizada, la lista que se publicó en internet era auténtica y contenía datos almacenados entre el 30 de noviembre y el 2 de diciembre de 2007.
En este punto, la cuestión podría pasar a manos del Comisionado de Información británico, que se encarga de velar por la Ley de Protección de Datos y que, no obstante, no sólo se centraría en la publicación de la lista, sino en la naturaleza de la información que el BNP ha reclamado de sus miembros, entre los que también aparecen personas de otros países como Australia, Omán o Estados Unidos.