Disputas sobre las aportaciones a la Policía se suman a la crisis de fondos internacionales en Afganistán

David Cameron y Ashraf Ghani
OMAR SOBHANI / REUTERS
Actualizado: domingo, 14 junio 2015 8:49


KABUL, 14 Jun. (Reuters/EP) -

Naciones Unidas y el Gobierno de Afganistán están enzarzados en una agria disputa sobre la concesión de fondos internacionales para pagar a la Policía Nacional Afgana por el nivel de corrupción reinante en el cuerpo, y que se suma a la reciente decisión de suspender temporalmente la ayuda financiera a las instituciones electorales del país centroasiático.

La filtración de un informe de la ONU sobre la corrupción policial en Afganistán ha puesto en duda la viabilidad del llamado Fondo para la Ley y el Orden en Afganistán, donde la comunidad internacional ha depositado, desde su creación en 2002, unos 3.000 millones de dólares empleados para pagar salarios a los más de 100.000 agentes que componen el cuerpo.

La Policía afgana debe jugar un papel instrumental en el Afganistán posterior a la retirada de las fuerzas internacionales pero el consenso existente entre la diplomacia es que los agentes no están preparados todavía para responder a la amenaza talibán y a la creciente presencia de Estado Islámico.

El reciente informe de la ONU --en el que además se acusa a miembros de la institución internacional de intentar ocultar sus errores de gestión-- ha impulsado al presidente afgano, Ashraf Ghani, a solicitar que el fondo sea controlado por su Gobierno. Fuentes diplomáticas aseguran que esta opción no es viable al considerar que los ministerios afganos son demasiado corruptos como para confiar el dinero.

Al menos un donante internacional -- "importante", según Reuters -- ha congelado millones de dólares y otros han condicionado la llegada de fondos a un comportamiento "responsable" por parte del Ministerio del Interior afgano.

Aunque la voluntad es la de transferir las competencias del fondo al Gobierno afgano, siempre y cuando entre en vigor un sistema anticorrupción que impida que el dinero caiga en bolsillos ajenos, este debate sobre el fondo policial se suma a las reticencias de la comunidad internacional a seguir entregando dinero alegremente al país centroasiático, como se ha podido comprobar en los últimos días con las recientes informaciones sobre la paralización de fondos electorales.

ELECT II

En este sentido, fuentes diplomáticas informaron el viernes de que los donantes internacionales de Afganistán han decidido suspender temporalmente el llamado Programa ELECT II, un proyecto de financiación de organismos electorales afganos, hastiados del constante aplazamiento de la fecha de las elecciones parlamentarias en el país asiático.

Afganistán se encamina inexorablemente a una nueva crisis política tras los polémicos comicios presidenciales del año pasado. El Parlamento afgano está a punto de terminar --el 22 de junio-- sus cinco años de legislatura sin elecciones a la vista.

Los comicios parlamentarios inicialmente previstos para abril han quedado aplazados 'sine die', y mientras tanto los donantes y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, han invertido hasta el momento 338 millones en ELECT II, con resultados que distan de los objetivos deseados.

"Se ha decidido que el mejor rumbo a tomar consiste en decelerar ELECT II", han asegurado estas fuentes, argumentando que "la comunidad internacional no puede seguir manteniendo este nivel de asistencia durante el paréntesis que se ha abierto tras el aplazamiento de los comicios".

Además, los donantes lamentan que el Gobierno afgano no ha realizado progreso alguno a la hora de reformar la normativa electoral a pesar del mal ejemplo de las últimas presidenciales afganas, donde los candidatos paralizaron el sistema político del país durante meses mientras se acusaron mutuamente de comportamiento fraudulento.

Propuestas como la creación de un registro electrónico están en el limbo a la espera de que las partes enfrentadas en el Gobierno se pongan de acuerdo para ver quién lidera la comisión de reformas electorales.

Ahora, la cuestión más urgente pasa por resolver qué sucede cuando expire la legislatura dentro de diez días. Expertos y altos responsables diplomáticos internacionales esperan una ampliación del mandato de la Cámara por orden del tribunal supremo.

De lo contrario, el Parlamento quedará disuelto un día después y Afganistán será gobernada a golpe de decreto presidencial, bajo los dictados de Ghani. La oficina del jefe del Estado afgano ya ha avanzado que piensa manifestarse sobre este problema la semana que viene.

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