MADRID 27 May. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal de Primera Instancia de Túnez ha ordenado este lunes la disolución de las Ligas para la Protección de la Revolución, un grupo fundado en mayo de 2012 y que ha sido acusado de utilizar la violencia para lograr réditos políticos.
El grupo, que surgió poco después de la caída del régimen de Zine el Abidine ben Alí tras un levantamiento popular en su contra, asegura en sus bases que su objetivo prioritario es defender los principios de la revolución.
Las Ligas para la Protección de la Revolución han abogado abiertamente por juzgar a los antiguos miembros del régimen de Ben Alí por sus acciones y ha sido considerado como cercano a las actividades del partido islamista Ennahda, el más importante del país.
"La orden del tribunal será aplicada inmediatamente y no será suspendida a través de apelación", ha dicho el portavoz del tribunal, Sofien Sillitti, según ha informado el portal de noticias Tunisia Live. La decisión contempla el cierre de todas las instalaciones utilizadas por la formación.
Sillitti ha detallado que la orden está fundamentada en las violaciones de las normas que regulan las actividades de las asociaciones cometidas por la organización, así como por "romper el principio de convivencia pacífica".
En respuesta, el portavoz de las Ligas para la Protección de la Revolución, Munir Ajrudi, ha tildado el fallo de "injusto" y "motivado políticamente. "El sistema judicial tunecino ha demostrado seguir siendo corrupto y tener un doble rasero", ha apuntado.
La organización ha sido acusada de llevar a cabo ataques contra periodistas, políticos, sindicalistas y organizaciones de la sociedad civil, entre ellas el Partido de los Trabajadores, Nidaa Tunes, el Centro por la Libertad de Expresión, la Unión General de Trabajadores de Túnez (UGTT) y la Asociación en Apoyo a las Minorías.
El secretario general adjunto de la UGTT, Buali Mbarki, ha sido uno de los primeros en reaccionar a la decisión del tribunal asegurando que "se hace justicia" al sindicato, que ha sufrido varios ataques por parte de miembros del grupo.
Por su parte, el portavoz del partido Nidaa Tunes, Lazhar Akremi, ha dicho que, pese a que el veredicto "llega tarde", "pone la revolución en la buena vía", según ha informado la emisora tunecina Mosaique FM.
Las Ligas estuvieron en el foco de la polémica en 2013 tras el asesinato en febrero del político Chokri Belaid, líder del Movimiento Patriótico Democrático Unificado, fuerza marxista y panárabe que forma parte del Frente Popular.
Belaid había encabezado en los últimos meses una campaña de denuncias contra la presunta complicidad de Ennahda y las Ligas, que algunos opositores describen como el brazo armado del movimiento islamista.
Días antes de su asesinato, proporcionó una lista de presuntos miembros de Ennahda involucrados en el ataque contra un acto del Frente Popular en la localidad de Le Kef. Asimismo, acusó al Ejecutivo tunecino de connivencia con los episodios de violencia política en el país.
Así, apenas días después del asesinato de Belaid las Ligas para la Defensa de la Revolución de la provincia de Siliana anunciaron su disolución, noticia que fue acogida favorablemente por los representantes de la sociedad civil y los habitantes de la región.