WASHINGTON, 16 Sep. (Reuters/EP) -
Estados Unidos ha advertido a Siria de que podría sufrir represalias si intenta impedir los bombardeos estadounidenses sobre las posiciones del Estado Islámico en territorio sirio, al tiempo que ha explicado que no llevará a cabo "una campaña de choque y terror".
Altos cargos estadounidenses, que se han reunido con la prensa en una sesión informativa, han explicado que si el Gobierno de Bashar al Assad se muestra como una amenaza a la capacidad del país norteamericano para implementar su estrategia aérea, habrá respuesta.
Interrogados sobre el tipo de respuesta, han apuntado al sistema de defensa aérea de Siria, subrayando que Estados Unidos sabe dónde se encuentran sus instalaciones de control.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor, el general Martin Dempsey, ha aclarado este martes que Estados Unidos no llevará a cabo una campaña de destrucción total en territorio sirio, ya que tiene identificados los objetivos.
"Estamos preparados para atacar los objetivos del Estado Islámico en Siria para debilitar sus capacidades, así que no será una campaña de 'choque y terror'", ha explicado, subrayando que, no obstante, "será persistente y sostenible".
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció la semana pasada su intención de extender la ofensiva aérea sobre el Estado Islámico desde Irak, donde llevar bombardeando desde el pasado 8 de agosto, a Siria.
Obama ha descartado que para ello vaya a coordinarse de alguna manera con el régimen de Al Assad, a pesar de que éste ya ofreció su colaboración al resto de la comunidad internacional para derrotar al Estado Islámico, que también combate a sus fuerzas en el marco de la guerra civil siria.
La posibilidad de que Estados Unidos bombardee Siria sin autorización de su Gobierno ha llevado al régimen de Al Assad y a Rusia a alertar de que podría constituir una agresión, que podría recibir una respuesta.
De momento, Estados Unidos es el único país que ha llevado a cabo acciones sobre el terreno, a la espera de que se concrete la aportación específica de los 30 países, entre occidentales y árabes, que se han comprometido a combatir al Estado Islámico en Irak y Siria. El general John Allen, que ya estuvo en Afganistán, estará al frente de la coalición internacional.