WASHINGTON 26 Mar. (Reuters/EP) -
Estados Unidos exigió la salida de las milicias chiíes apoyadas por Irán de la ofensiva iraquí para expulsar al Estado Islámico de Tikrit para iniciar los bombardeos sobre las posiciones yihadistas en esta importante ciudad.
El general Lloyd Austin, jefe del Mando Central de Estados Unidos para Oriente Próximo, ha revelado ante el Senado que la Casa Blanca puso este requisito para que la coalición internacional que lidera diera apoyo aéreo a la toma de Tikrit.
"Ya no son parte de las operaciones de limpieza en Tikrit", ha asegurado, subrayando que en la ofensiva ya solo participan las tropas del Gobierno iraquí, aunque ha matizado que las milicias chiíes respaldadas por la República Islámica siguen en la zona.
El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, anunció el miércoles en un mensaje dirigido a la nación "el inicio de la fase final de las operaciones militares para liberar la provincia de Saladino", donde está Tikrit.
El Gobierno anunció el 17 de marzo la suspensión de la ofensiva sobre Tikrit debido al desgaste de las fuerzas iraquíes tras dos semanas de operaciones militares que apenas habían conseguido cambiar las líneas de combate.
Bagdad también alegó entonces que el Estado Islámico había sembrado explosivos por todo Tikrit, incluso dentro de edificios residenciales, lo que auguraba enormes pérdidas humanas si los efectivos iraquíes se decidían a entrar en la ciudad.
En el trasfondo se adujo también la falta de apoyo aéreo por parte de la comunidad internacional, que finalmente ha llegado esta semana. Las fuerzas aliadas ya habrían recibido la orden de bombardear al grupo yihadista en Tikrit, de acuerdo con una fuente militar estadounidense.
Sin embargo, fuentes estadounidenses apuntaron que la tardanza de la coalición internacional en incorporarse a la batalla por Tikrit obedecía a la presencia de milicias chiíes respaldadas por Irán entre las tropas iraquíes que se enfrentan al Estado Islámico sobre el terreno.
Tikrit, ciudad natal del ex dictador Sadam Husein, es una de las grandes plazas en la lucha iraquí. En manos del Estado Islámico desde su irrupción en el país, las fuerzas gubernamentales han intentado recuperarla hasta en tres ocasiones.