MADRID 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El fiscal general de Egipto, Talaat Ibrahim, ha ordenado este sábado una investigación para esclarecer si políticos y activistas insuflaron las protestas frente a la sede de los Hermanos Musulmanes en la localidad de Mokattam y que degeneraron este viernes en fuertes enfrentamientos.
Hasta 210 personas resultaron heridas en los disturbios ocurridos frente a la sede de los Hermanos Musulmanes, que quedó gravemente dañada. Un portavoz de la Fiscalía General ha confirmado que el juez Ibrahim tratará de identificar a los asaltantes, según ha informado el diario egipcio 'Al Masry al Youm'.
Los Hermanos Musulmanes han exigido este sábado la imputación de todas aquellas personas involucradas en los altercados y la investigación de lo ocurrido. En su opinión, las protestas frente a su sede en Mokattam pretendían "derrocar las instituciones estatales y excluir a los Hermanos Musulmanes" de la vida política de Egipto.
CONVOCATORIA DE LA PROTESTA
La jornada de protesta, que ha recibido el nombre de 'Viernes de la Restauración de la Dignidad' fue convocada tras el ataque el sábado a varios manifestantes, periodistas y fotógrafos cuando un grupo de jóvenes intentaba dibujar un grafiti contra la formación en los alrededores del edificio.
La Fiscalía General de Egipto ordenó el lunes el arresto de tres personas que trabajan en la Oficina de Guía de Hermanos Musulmanes por considerarlas sospechosas de las agresiones. Los sospechosos fueron identificados como Soheib Mohamed, Mostafa el Sadawi y Ahmed Abu Raia.
La agresión contra los manifestantes y periodistas desencadenó dos jornadas de protestas ante la sede de Hermanos Musulmanes, que fueron dispersadas violentamente por la Policía.
El mismo sábado circuló en Internet un vídeo en el que la activista Mervat Moses es abofeteada por un miembro de la formación islamista, lo que caldeó los ánimos. En consecuencia, horas después se registraron varios enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad en los alrededores de la sede de Hermanos Musulmanes, tras los que fueron detenidos un total de 15 activistas.
En una continuación de los disturbios, el domingo la Policía egipcia disparó perdigones y gases lacrimógenos para dispersar una protesta a los alrededor de 3.000 opositores a Hermanos Musulmanes que se habían concentrado frente a la sede, ubicada en el barrio cairota de Moqattam.
DEMANDAS DE HERMANOS MUSULMANES
Ante la convocatoria de protestas, el abogado de Hermanos Musulmanes Abdel Moneim Abdel Maqsud presentó demandas contra todos los grupos y activistas que han convocado las protestas. En las mismas acusó a un total de catorce fuerzas políticas, movimientos y figuras públicas de incitar a la violencia.
Pese a ello, manifestó que la formación islamista "respeta la libertad de expresión, siempre y cuando no mine la seguridad nacional ni ponga en peligro las propiedades públicas y privadas".
La semana pasada, Hermanos Musulmanes denunció la existencia de una campaña para dañar la imagen del grupo y ha subrayado que los llamamientos a atacar su sede son "una muestra de odio y anarquía, no de libertad o democracia".
En este sentido, el propio Abdel Maksud manifestó que estos llamamientos son también "una desgracia para la revolución pacífica" y "una barbarie no relacionada con la libertad de opinión y expresión".