EL CAIRO 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
Miles de personas se han congregado este domingo en la Catedral de San Marcos, en El Cairo, para despedirse del Papa Shenouda III, cabeza de la Iglesia Copta que falleció ayer a los 88 años tras una larga enfermedad.
El funeral por el Papa Shenouda III se celebrará el próximo martes, día a partir del cual empezará el proceso para elegir a su sucesor. Su reemplazo provisional es el obispo Pacomio, del Delta del Nilo, quien asumirá su tarea durante los dos próximos meses hasta que el consejo clerical designe a un sustituto definitivo.
Hoy, los restos mortales del Patriarca de Alejandría reposan en un trono ceremonial ataviados con una vestimenta sacerdotal de oro y rojo, con una mitra dorada en su cabeza un báculo de oro en su mano.
Shenouda falleció ayer a los 88 años en su residencia privada de la catedral tras perder una larga batalla con sus problemas de hígado y pulmones, que le llevaron a cancelar su sermón Del pasado miércoles.
Las condolencias no han dejado de llegar, en particular las enviadas por los líderes musulmanes, quienes apreciaron el carácter conciliador del patriarca. "Egipto ha perdido a uno de sus hombres más especiales en el momento en el que necesita a los más sabios de entre los sabios", lamentó el gran imán de Al Ahzar, la autoridad islámica más importante del país, Ahmed el-Tayib, en declaraciones a Al Yazira.
"Hoy hemos perdido a un gran icono. Su presencia ha sido crucial para repeler las muchas amenazas que se cernían sobre el país", ha declarado el diputado de la Asamblea Popular (Cámara Baja) del Parlamento Amin Eskandar, en declaraciones telefónicas a la cadena Nilo TV.
"Su patriotismo y sus sabias opiniones sobre todas las cuestiones han sido de gran ayuda. Que Dios nos compense por la pérdida de este gran hombre", ha indicado Eskandar.
Shenouda III nació el 3 de agosto de 1923 en Asiut, en el Bajo Nilo, y ocupaba el cargo de máxima responsabilidad copta desde noviembre de 1971. Destacó por sus llamamientos a la calma durante los disturbios entre musulmanes y cristianos después de la revuelta que culminó con el derrocamiento del presidente Hosni Mubarak. También defendió los derechos del pueblo palestino y estaba considerado como un nacionalista árabe.
En 2001 aseguró que nunca visitaría Jerusalén hasta que pudiera hacerlo con un visado palestino y junto al gran imán de Egipto, Mohamed Sayed Tantawi. "Tenía una gran admiración por la patriótica postura que sostuvo durante su vida", ha explicado un exportavoz de Tantawi, Mohamed Refaa el Tahtawy, en declaraciones a 'Al Ahram'.