WASHINGTON, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Embajada de Estados Unidos en La Habana seguirá abierta a partir del 4 de marzo, cuando expira una orden de cierre paulatino, pero lo hará con el personal mínimo, debido a los supuestos ataques sonoros que han afectado a los diplomáticos norteamericanos, según ha informado este viernes el Departamento de Estado.
A raíz de dichos ataques, Estados Unidos decidió el pasado 29 de septiembre reducir el tamaño de su misión diplomática para evitar que hubiera nuevas víctimas, si bien el 4 de marzo se alcanzará el periodo máximo en el que la Embajada puede seguir funcionando en estas condiciones.
El Gobierno de Donald Trump ha decidido que, en lugar de cerrar la Embajada, seguirá abierta pero el 5 de marzo comenzará a trabajar "con el personal mínimo que sea necesario para llevar a cabo las funciones diplomáticas y consulares" y no podrá albergar a las familias de los empleados.
Esta medida preventiva, ha explicado Washington, se debe a que "todavía no tenemos una respuesta definitiva a la causa de los ataques y a que la investigación sigue en marcha". "La salud, la seguridad y el bienestar del personal del Gobierno y de sus familias es la mayor preocupación", ha remachado.
CRISIS DIPLOMÁTICA
Estados Unidos denunció el año pasado que 24 miembros de su personal diplomático en La Habana y sus familias habían sufrido problemas cognitivos, pérdida de audición, mareos y fatiga. Diplomáticos canadienses en la capital cubana también presentaron los mismos síntomas.
Las pesquisas iniciales, llevadas a cabo de forma conjunta por Estados Unidos y Cuba, no han logrado identificar el origen de estos problemas de salud. Por ello, el FBI ha lanzado una investigación propia, aunque el régimen de Raúl Castro insiste en que "no ha existido ataque alguno".
Este episodio ha tensado aún mas las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, que han vuelto al 'status quo' con la Administración Trump. Washington ha retirado a gran parte de su personal en La Habana y ha expulsado a diplomáticos cubanos hasta aclarar lo ocurrido.
La Embajada estadounidense en La Habana reabrió en 2015 como parte del acercamiento entre el Gobierno de Barack Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, después de más de medio siglo de hostilidad entre ambos países. El diálogo se frenó con Trump, que reclama al régimen 'castrista' avances en Derechos Humanos y democracia.