WASHINGTON, 31 Mar. (Reuters/EP) -
El presidente estadounidense, Donald Trump, quiere que las tropas norteamericanas desplegadas en Siria sean retiradas de la zona antes de lo previsto, de acuerdo con fuentes citadas por la agencia de noticias Reuters, una postura que puede generar un enfrentamiento con las altas esferas del Pentágono que consideran que la lucha contra el Estado Islámico aún no ha finalizado.
A principios de la semana que viene está programada una reunión especial del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca con el objetivo de abordar la campaña de Estados Unidos contra el Estado Islámico en Siria.
De acuerdo con dos asesores de la Casa Blanca, Trump ha ordenado congelar más de 200 millones de dólares en fondos para la recuperación de Siria tras el conflicto, mientras su Administración reasesora la postura del Ejecutivo sobre su papel en la guerra.
Trump ordenó el bloqueo de los fondos después de leer un reportaje en el que contaban que Estados Unidos se había comprometido a aportar 200 millones de dólares adicionales para estabilizar las zonas de Siria recientemente recuperadas del control de los yihadistas.
Los fondos fueron iniciativa del ex secretario de Estado Rex Tillerson en febrero y fueron anunciados por él mismo en una reunión en Kuwait sobre la lucha contra el grupo terrorista suní.
La decisión de congelar la financiación ha sido acorde con las declaraciones que hizo el mandatario durante un discurso en Ohio, donde ya dijo que era hora de que Estados Unidos saliera de Siria.
Según un portavoz de la Casa Blanca, en función de "la guía" del presidente, "el Departamento de Estado está siempre evaluando los niveles de asistencia necesarios y cómo utilizarlos en la forma más apropiada posible".
"Nos vamos a ir de Siria, muy pronto", aseguró el presidente norteamericano el jueves, alegando que Estados Unidos ya había tenido suficientes victorias sobre los milicianos yihadistas. "Dejemos que otros se encarguen de ello por el momento. Muy pronto, muy muy pronto nos vamos a ir", aseguró. "Vamos a volver a nuestro país, donde pertenecemos y donde queremos estar", añadió en su intervención.
La decisión de Trump de salir de Siria se produce al mismo tiempo que la declaración por parte de Francia acerca de que va a aumentar su presencia militar en la zona para impulsar la campaña contra el terrorismo que lidera Estados Unidos.
A pesar de que el Pentágono estima que el Estado Islámico ha perdido cerca del 98 por ciento del territorio que controlaba en Irak y Siria, los asesores militares de Trump le han advertido en numerosas ocasiones que a no ser que dichas áreas sean estabilizadas, pueden volver a caer en manos de los milicianos.
No obstante, de acuerdo con fuentes cercanas al presidente, Trump se muestra escéptico al respecto. En la actualidad hay cerca de 2.000 soldados norteamericanos desplegados en Siria.