BAGDAD 14 Sep. (Reuters/EP) -
Milicianos de Estado Islámico han ejecutado en público este fin de semana a ocho hombres de confesión suní presuntamente por tramar una conspiración contra el grupo.
Todo comenzó el viernes por la noche cuando un par de milicianos acabaron con la vida de un agente de Policía en la localidad de Al Jumasah por espiar supuestamente a las milicias para el Ejército iraquí.
Esta ejecución se realizó en presencia de los residentes de la localidad, a 120 kilómetros al norte de Tiktrit. Según testigos, los yihadistas anunciaron que "este será el destino de cualquiera que les plante cara" y después procedieron a presentar archivos que demostraban la colaboración entre el agente y las fueras de seguridad.
Después del incidente, un pequeño grupo de hombres actuó en represalia por la ejecución abriendo fuego contra el domicilio de uno de los altos cargos de los milicianos en la localidad.
La respuesta no se hizo esperar: el sábado aparecieron en la ciudad diez vehículos repletos de combatientes de Estado Islámico y dos informadores que procedieron a identificar a una decena de personas presuntamente implicadas en el asalto contra el domicilio del miliciano.
Tres de ellas fueron liberadas, pero siete --seis de ellas parientes del agente fallecido--, fueron ejecutadas.