MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Etiopía ha negado este lunes que vaya a quedarse sin ayuda alimentaria para 7,8 millones de personas a finales de junio, tal y como afirmó recientemente el Programa Mundial de Alimentos (PAM), si bien ha dicho que la situación afectará a 1,7 millones de habitantes.
"Es cierto que en algunas zonas la comida se acabará a finales de mes, pero sólo afectará a cerca de 1,7 millones de personas", ha dicho el comisario para Gestión de Desastres, Mitiku Kassa, en declaraciones a la cadena de televisión británica BBC.
"Esperamos que la comunidad de donantes dé un paso al frente para tapar ese hueco, pero si no lo hacen tendremos que usar parte de nuestro presupuesto para desarrollo para dar ayuda de emergencia a nuestro pueblo", ha agregado.
Para el representante del Programa Mundial de Alimentos en Etiopía, John Aylieff, la situación "es crítica", según explicó la semana pasada durante un viaje de campo a la provincia oriental de Werder, eminentemente agrícola, y una de las más afectadas por la falta de agua.
"La comida se va a agotar a finales de este mes, lo que significa que los casi ocho millones de personas necesitadas se quedarán de golpe sin suministros", lamentó Aylieff.
Para los grupos humanitarios se trata de un caso claro de "fatiga de donante", es decir, la acumulación incesante de peticiones de ayuda no solo para Etiopía, sino también para el noreste de Nigeria, Sudán del Sur, Yemen y Somalia, en la peor crisis combinada que el mundo haya experimentado desde 1945.
"Está claro que hay fatiga. Hay demasiadas crisis", dijo el enviado humanitario del secretario general de la ONU, Ahmed al Meraikhi, mientras el Gobierno etíope ha reconocido que está experimentado dificultades para sostener sus reservas nacionales de ayuda para combatir una crisis que está a punto de cumplir dos años.