Ricardo González teme que los presos que se niegan a abandonar la isla sea usados como "rehenes" para "presionar" a la UE
MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ex preso político cubano Ricardo González Alfonso, que llegó a Madrid el 13 de julio pasado tras ser liberado por el régimen castrista junto a otros seis compañeros, ha relatado que tuvo que decidir de forma inmediata si aceptaba salir de prisión para viajar a España.
En una entrevista con Reporteros sin Fronteras, la organización con la que colabora como corresponsal desde 1998, ha señalado que el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, "no fue muy claro" cuando le llamó el ocho de julio pasado para informarle de que figuraba en la lista de los presos que iban a ser excarcelados "para viajar a España".
Según González, el cardenal "no fue muy claro" a la hora de explicarle si podía elegir entre quedarse en Cuba o salir del país. "Lo que sí me especificó fue que los que partían conmigo podían regresar sin permiso: cosa excepcional, porque todo cubano que emigre definitivamente, para volver al país tiene que pedir permiso de entrada".
"El cardenal me explicó también que, por primera vez en 50 años, la propiedad que dejara --la vivienda-- no sería confiscada. Estos fueron los detalles que me dio. Pero sí me dijo que tenía que tomar una decisión de inmediato", añade.
González precisa que tuvo que darle una respuesta en el mismo transcurso de esa conversación. "Me explicó que los trámites iban a ser muy rápidos y que no se podía perder ni un minuto más: tenía que contestarle enseguida", ha insistido.
En la entrevista, difundida por Reporteros sin Fronteras este miércoles y que recoge Europa Press, ha manifestado su temor ante la posibilidad de que los presos políticos que se niegan a abandonar la isla sean usados como "rehenes para presionar a la UE cuando, en septiembre, se tenga que tomar una decisión sobre levantar o no la Posición Común" de los Veintisiete hacia la isla, que condiciona la relación bilateral a avances en democracia y Derechos Humanos.
González ha declarado sentirse "con el cuerpo en Madrid y con la mente todavía en Cuba" y ha destacado como primeras sensaciones vividas en nuestro país el hecho de "poderse despertar al lado de su esposa" y sentarse "delante de tu primer plato de comida caliente después de siete años".
El periodista ha considerado que el Gobierno cubano "se ha visto obligado a decidir estas excarcelaciones" tras una "cadena de sucesos que empezó con la muerte de Orlando Zapata" y siguió con la huelga de hambre de Guillermo Fariñas, a lo que se unió "la lucha de las Damas de Blanco", el "apoyo de diferentes organizaciones internacionales, el apoyo del exilio, las presiones de algunos gobiernos democráticos de distintas áreas del mundo y la situación económica muy crítica".
González ha asegurado que él y sus compañeros mantendrán siempre el mismo discurso, estén donde estén: "que la libertad de todos los presos políticos es indispensable como paso previo para la democratización total de Cuba, que es --al fin y al cabo-- lo único que garantiza que un hombre pueda ser libre".