BOGOTÁ, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mostraron su disposición a llegar a un acuerdo con el Gobierno colombiano para liberar a militares secuestrados a cambio de la excarcelación de guerrilleros, según han manifestado en un breve comunicado difundido por la Agencia de Noticias Nueva Colombia, el medio de comunicación que suele usar la guerrilla para difundir sus mensajes.
En el comunicado, fechado el día 4 de abril en "montañas de Colombia", la dirección (Secretariado) de las FARC afirma que tras la liberación de los militares secuestrados Pablo Emilio Moncayo y Josué Daniel Calvo y la entrega de los restos mortales del policía Julián Guevara, tiene "voluntad y decisión de acordar con el Gobierno nacional un canje de prisioneros de guerra".
"En medio de discursos atiborrados de amenazas de muerte hacia los comandantes de la guerrilla, tenemos plena disposición de intercambiar opiniones y propuestas para firmar acuerdos de canje que posibiliten la liberación de los prisioneros de las dos partes y abra puertas en la búsqueda de acuerdos de paz", dice el comunicado.
La guerrilla da también la bienvenida al aparente cambio de discurso de hace unos días del presidente colombiano, Álvaro Uribe, que se mostró partidario del "acuerdo humanitario" --intercambio de guerrilleros encarcelados por militares secuestrados--, pero le reprocharon que sólo se haya abierto a esta posibilidad "en el ocaso de su mandato, habiendo fracasado en su estrategia de rescate militar".
Lo más probable es que este comunicado fuera escrito antes del día de ayer lunes, cuando Uribe, desdiciéndose de estas declaraciones, volvió al discurso que ha mantenido la mayor parte de su mandato y negó la posibilidad de un canje de prisioneros y situó el rescate militar como única forma de liberar a los secuestrados por las FARC.
De cualquier modo, las FARC mostraban en el comunicado su predisposición al acuerdo humanitario, frente al que "sólo hemos escuchado negativas", e instaban a Uribe a aceptarlo ya que, en su opinión, las familias de los retenidos por ambas partes están "pendientes de una demostración presidencial real, no retórica, que enrumbe hacia la libertad".