LA HABANA, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente cubano, Fidel Castro, se pronunció este sábado sobre la situación de crisis que atraviesa Honduras y alertó de que si "(el presidente depuesto) Manuel Zelaya no es restituido en su cargo, una oleada de golpes amenaza con barrer América Latina".
En su último artículo titulado 'Muere el golpe o muere el hombre', el líder cubano arremetió contra el gobierno interino hondureño del presidente Roberto Micheletti y también contra Estados Unidos, de quien dijo estaba utilizando las bases militares de Tegucigalpa para gozar de una posición estratégica en Centroamérica.
Castro defendió, al igual que sus colegas iberoamericanos, al presidente depuesto y dijo que si triunfa el golpe militar del pasado 28 de junio, Iberoamérica "quedará a merced de los militares de extrema derecha, educados en la doctrina de seguridad de la Escuela de las Américas, experta en torturas, la guerra psicológica y el terror", y añadió que la autoridad de muchos gobiernos civiles en Centro y Suramérica quedaría debilitada.
"No están muy distantes aquellos tiempos tenebrosos. Los militares golpistas ni siquiera le prestarían atención a la administración civil de Estados Unidos. Puede ser muy negativo para un presidente que, como Barack Obama, desea mejorar la imagen de ese país. El Pentágono obedece formalmente al poder civil. Todavía las legiones, como en Roma, no han asumido el mando del imperio", agregó el ex mandatario cubano quien una vez más aprovechó su escrito para arremeter contra su archienemigo Washington.
Al respecto recordó que la base militar de Soto Cano, ubicada a unos 100 kilómetros de Tegucigalpa, y reactivada en 1981 bajo la administración de Ronald Reagan, "fue la utilizada por el coronel Oliver North cuando dirigió la guerra sucia contra Nicaragua", desde donde, según éste, el Gobierno de Estados Unidos dirigió "los ataques contra los revolucionarios salvadoreños y guatemaltecos que costaron decenas de miles de vidas".
El ex presidente además recordó, basándose en un texto de Eva Golinger, que la Constitución hondureña "no permite legalmente la presencia militar extranjera en el país. Un acuerdo 'de mano' entre Washington y Honduras autoriza la importante y estratégica presencia de los cientos de militares estadounidenses en la base, por un acuerdo 'semi-permanente'", dijo.
"DEFIENDE UN PRINCIPIO"
Asimismo dijo que Zelaya no está buscando poder, sino que "defiende un principio" y explicó que, a su juicio, no sería comprensible que el mandatario depuesto admitiese maniobras difamatorias que "desgastaran las considerables fuerzas sociales que lo apoyan y conducen a un irreparable desgaste".
Castro cuestionó durante su escrito el motivo por el cual el Gobierno 'de facto' no dejó aterrizar a Zelaya en el aeropuerto de Tegucigalpa en su intento de volver al país. "Si (los militares) deseaban juzgarlo por supuestos detlitos constitucionales, ¿por qué no le permitieron aterrizar?", pregunta al tiempo que agrega que cuando Zelaya anunció que regresaría el 5 de julio, estaba decidido a cumplir su promesa de compartir con su pueblo "la brutal represión golpista".
Además explicó que cuando a Zelaya le comunicaron que los militares impedirían su entrada en el país, el mantuvo su decisión de aterrizar. "Su reacción inmediata fue pedir altura para denunciar los hechos por Telesur y demandar a los jefes de aquella tropa que cesara la represión. Después les informó que procedería al aterrizaje. El alto mando ordenó entonces obstruir la pista. En cuestión de segundos vehículos de transporte motorizados la obstruyeron", explicó.