MADRID, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía Suprema Popular de China ha registrado unos 21.800 casos graves de corrupción desde enero a noviembre de 2013, según un informe redactado en el marco de la nueva y endurecida estrategia de las autoridades chinas contra los delitos cometidos por sus políticos.
A lo largo del año pasado, la Judicatura nacional investigó a 36.900 oficiales sospechosos de corrupción, de los cuales 16.500 originaron algún tipo de pérdida monetaria para los ciudadanos, según un resumen de la investigación hecho público por la agencia oficial de noticias china, Xinhua.
Según las conclusiones del informe, la suma total del dinero involucrado en estos casos de corrupción alcanzó los 910 millones de dólares, unos 699 millones de euros.
La sociedad china ha manifestado en repetidas ocasiones su descontento con el ostentoso comportamiento de los altos cargos del Gobierno, tanto en sus funciones habituales como en sus viajes de negocios al extranjero, financiados por el erario público.
Desde que tomó las riendas del Partido Comunista Chino (PCCh) en noviembre de 2012, y del Gobierno en marzo, el presidente, Xi Jinping, se ha comprometido a acabar con la corrupción, que ha definido como una amenaza a la supervivencia del propio partido.
El Gobierno busca con esta ofensiva persuadir la ira social hacia los generalizados casos de corrupción y el extravagante comportamiento de algunos de los altos cargos del partido.