MADRID, 1 Abr. (EDIZIONES) -
Autobuses apilados en mitad de la calle, sábanas colgando de una fachada a otra, montañas de neumáticos... son algunas de las construcciones erigidas por los civiles en Siria para tratar de esconderse de los francotiradores leales al presidente sirio Bashar al-Assad.
Desde que comenzó el conflicto, hace ya más de cuatro años, más de 200.000 personas han muerto y otras 700.000 han resultado heridas. Además, el conflicto ha provocado un éxodo masivo a países cercanos, con 3,8 millones de refugiados, según los datos de la ONU, si bien las cifras podrían ser aún mayores.
La presencia de francotiradores en las ciudades en las que las distintas facciones luchan por el control suele cebarse con los más vulnerables.
Una informe de 2013 de Oxford Research Group cifró en casi 400 el número de menores asesinados por francotiradores entre marzo de 2011 y agosto de 2013. A falta de una solución al conflicto, la cifra continúa creciendo.
Cortina de sábanas y alfombras en Deir al-Zor, al este de Siria
Contrucción de una barricada en Aleppo para protegerse de los francotiradores
Un francotirador del Ejército Libre de Siria en Aleppo
Un edificio visto a través de la mirilla de un francotirador
Barricadas para proteger a la población civil de los francotiradores