LONDRES 15 May. (EUROPA PRESS) -
El dirigente libio, Muamar Gadafi, es consciente de que su tiempo al frente del país, que gobierna desde hace más de 40 años, ha tocado a su fin y está tratando de buscar una salida de la escena pública para quedar en un segundo plano pero no contempla el exilio, según informa este domingo el diario británico 'The Guardian'.
Según las fuentes consultadas por el rotativo, desde su escondite en Trípoli Gadafi está trazando un plan que contempla su salida del poder para pasar a ejercer un papel de 'padrino' en el país y permitir a continuación que las instituciones vayan ganando peso para en último término reemplazarle en el poder. Con ello, espera convencer a la OTAN para que ponga fin a su operación en Libia.
Las entrevistas realizadas a cuatro miembros del régimen, según el diario, han confirmado que Gadafi sabe que su tiempo se ha acabado, "pero no va a huir a Venezuela", ha asegurado uno de ellos. "Quiere pasar a un segundo plano y llevar una vida digna. Ha dicho que quiere ser como el emperador japonés o (Fidel) Castro", el ex presidente cubano que renunció al poder por sus problemas de salud, ha añadido este responsable.
"El sabe y nosotros sabemos que Libia no tiene ningún futuro imponiendo su culto a la personalidad sobre el pueblo y el mundo", ha señalado otro responsable del régimen, admitiendo que "no hay duda de que el país necesita reformas, muchas reformas".
Según el 'Guardian', ante la consolidación de los rebeldes libios en el este del país y sus avances en los últimos días en Misrata, la única ciudad del oeste bajo su control, Gadafi ha tratado de realizar su primer cambio de guardia desde que se hizo con el poder en 1969.
Así ha dado poderes a los líderes tribales para que hablen de cuestiones nacionales y ha dado visibilidad internacional al primer ministro, que hasta ahora mantenía un perfil bajo. En su última aparición pública, ha reconocido a ambos como árbitros, un papel que los responsables apuntan aumentará a través de una transición negociada a partir del régimen autocrático.
Por otra parte, las fuentes consultadas por el diario británico han señalado que Gadafi se ha vuelto muy suspicaz, tras los últimos bombardeos de la OTAN que han alcanzado su residencia en Trípoli y ya no quiere aparecer ante las cámaras de televisión porque teme que puedan transmitir una señal que revele su localización. De ahí el que el viernes revelara a través de un mensaje de audio que se encuentra en un lugar donde la OTAN no podrá localizarle.