BOGOTÁ, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno colombiano ha aclarado este lunes que el acuerdo para el desminado del país alcanzado este fin de semana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no supone un alto el fuego bilateral en aquellas zonas donde se vaya a realizar la retirada de minas y otros proyectiles sin explotar.
Así lo ha explicado este lunes el ministro consejero para el postconflicto, el general retirado Óscar Naranjo, que ha aclarado que aunque en el proceso participarán guerrilleros sin uniforme y sin armas, esto no conllevará una tregua entre las partes, sino que se les suspenderá la orden de captura, tal como ha ocurrido con los miembros del secretariado de las FARC que participan en las conversaciones de paz en La Habana.
"Para nada significa que haya cese bilateral en esas zonas, lo que significa es que hay zonas del país donde se reducirá la violencia de manera notable porque la participación de las FARC, el acompañamiento internacional, y el Ejército, ponen un paréntesis a la guerra", ha explicado en declaraciones al programa Agenda Colombia recogidas por la agencia oficial Colprensa.
El general retirado ha indicado que es difícil dar una plazo de tiempo para la culminación de todo el proceso, que se irá desarrollando de manera puntual con ejercicios piloto que tendrán un alto impacto en las zonas seleccionadas por una mesa técnica entre las partes en La Habana.
"Todavía las aproximaciones de cuánto va a tardar son preliminares, algunas experiencias hablan de diez años, nosotros nos estamos preparando para que toda la capacidad del Estado esté volcada en el postconflicto", ha afirmado.
El programa de desminado estará bajo la supervisión de la organización Ayuda Popular Noruega (APN), especializada en el tema y contará con observadores expertos durante su ejecución. En este punto el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, ha explicado que "por el momento queríamos contar con un tercero, porque este tema no deja de herir susceptibilidades".
El reto, según el Gobierno, será adelantar de manera conjunta este acuerdo antes de que se firme la paz, pues aseguran que además de retirar las minas, deben hacerse mayores esfuerzos institucionales para recuperar el tejido social y así evitar el recrudecimiento de la violencia en estos territorios.
"Las minas antipersonal no solamente producen lesiones fatales sino que destruyen procesos comunitarios, por lo tanto se trata de poner en marcha procesos de descontaminación de comunidades (...) no puede subestimarse que por primera vez en Colombia, dos adversarios confrontados en el terreno se pongan de acuerdo para mitigar ese daño", ha remachado Naranjo.