OUAGADOUGOU 5 Dic. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Malí, el Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) y del grupo islamista Ansar Dine han acordado iniciar un diálogo para poner fin al conflicto en el norte del país y el cese de las hostilidades, según ha informado el Gobierno de Burkina Faso, que ejerce de mediador.
"Las tres delegaciones han acordado crear un marco para llevar a cabo un diálogo intermaliense, que será inclusivo y, por tanto, incluirá a representantes de las distintas comunidades del norte de Malí", ha anunciado el ministro de Exteriores de Burkina Faso, Djibril Bassolé.
El canciller ha indicado que las partes también "se han comprometido con la unidad nacional, la integridad territorial, la forma republicana y el secularismo religioso como requisitos para la apertura del diálogo intermaliense".
El jefe de la diplomacia de Burkina Faso también ha informado de que el Gobierno, el MLNA y Ansar Dine han acordado el cese de las hostilidades, aunque no ha dado más detalles sobre esta cuestión.
La crisis política en Malí se desató el pasado mes de marzo, cuando un grupo de militares descontentos por la escasez de recursos en su lucha contra el levantamiento tuareg en la región del Azawad, liderada por el MNLA, dieron un golpe de Estado.
El MNLA aprovechó el vacío de poder para apoderarse de las tres regiones que forman el Azawad --Tombuctú, Kidal y Gao--, pero meses después los grupos islamistas --Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), el Movimiento de Unidad para la Yihad en África Occidental (MUYAO) y Ansar Dine-- le arrebataron el control del territorio.
Los grupos islamistas han implantado la 'sharia' en el norte del país, según ha denunciado la ONU, "aterrorizando" a la población local, con numerosas violaciones de los Derechos Humanos, y han destruido templos históricos en los que, de acuerdo con su criterio, se ejercía la idolatría.
En este contexto, las autoridades interinas de Malí han pedido al Consejo de Seguridad que autorice el despliegue de una fuerza internacional en el norte del país para ayudar a las tropas malienses a expulsar a los grupos islamistas.
Desde entonces, el Consejo de Seguridad busca un acuerdo para desplegar una fuerza internacional, pero todavía no se ha alcanzado debido a la reticencia de algunas naciones africanas, que temen que tras su expulsión del norte de Malí los grupos islamistas se asienten en los países vecinos.