AMÁN 19 Nov. (Reuters/EP) -
Las fuerzas del Gobierno sirio han disparado cohetes en el sur de Damasco en un acto que los rebeldes han calificado de bombardeo indiscriminado para evitar que los opositores del presidente Bashar al Assad avancen desde los suburbios de clase trabajadora al centro de la ciudad.
"Ayer, los aviones de combate atacaron específicamente los objetivos rebeldes. Hoy parecen estar lanzado múltiples cohetes sólo están destruyendo cosas al azar", ha declarado el miembro del 'Syrian Media Centre', Rami al Sayyed, una organización de miembros de la oposicón encargada de hacer un seguimiento de la represión que ha estado llevando a cabo el presidente sirio durante estos 20 meses de revueltas.
Los rebeldes han señalado que es el bombardeo más intenso de los últimos 40 días de ataques aéreos y que los cohetes y las bombas han alcanzado los pueblos de Hajar al Aswad, Al Tadamun y Al Qadam. No se han producido víctimas por el momento ya que la población de la zona huyó cuando los pueblos cayeron en manos del Ejército Sirio Libre.
Los rebeldes han añadido que Al Assad ha empezado a retirar sus tropas de las provincias para enviarlas a la capital: fuentes rebeldes estiman que el presidente sirio ha retirado unos 3.000 soldados de la provincia meridional de Deraa. En el este, un líder tribal, Nawaf al Bashir, ha confirmado que una pequeña unidad de élite de la Guardia Republicana situada en la zona ha sido enviada a Damasco.
"Parece que el régimen se está dando cuenta de que mantener el control de las provincias es una causa perdida, y que se tiene que concentrar en evitar la caída de Damasco", ha estimado Al Bashir señalando las recientes deserciones que se han producido entre los agentes en las filas de Al Assad de la zona.
Tras meses de avances lentos marcados por una mala organización y la falta de suministros, los rebeldes han consiguieron la semana pasada hacerse con varias posiciones del Ejército en las regiones periféricas, incluyendo una base de las Fuerzas Especiales cerca de la ciudad de Alepo y un pequeño aeropuerto militar situado en el este del país cerca de la frontera con Irak.
Sin embargo, los rebeldes, que siguen operando en pequeños grupos a pesar de los esfuerzos para organizarlos bajo un mando unificado regional, aún no se han hecho con la ciudad más importante del país, Damasco.