ADDIS ABEBA, 23 Ene. (Reuters/EP) -
Los representantes del presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y los rebeldes partidarios del exvicepresidente Riek Machar han firmado este jueves un alto el fuego, tras más de cinco semanas de enfrentamientos que han dejado miles de muertos.
Los combates estallaron a mediados de diciembre, a raíz de la desarticulación de un supuesto golpe de Estado orquestado por Machar, cesado en julio del año pasado. La crisis política desencadenó en un conflicto interétnico entre los dinka --etnia de Kiir-- y los nuer nuer --a la que pertenece Machar--.
La firma del alto el fuego ha tenido lugar en el marco de las conversaciones que ambas partes mantenían en Addis Abeba. El líder de la delegación gubernamental, Nhial Deng Nhial, y el de los rebeldes, Taban Deng Gai, han procedido a la rúbrica de este acuerdo, negociado durante semanas, informa Reuters.
El Gobierno sursudanés ha defendido en Twitter su "compromiso" con el proceso de paz para "lograr el fin del conflicto" y ha dicho confiar en que los rebeldes "depongan las armas y participen en la construcción de la nueva nación".
Machar, por su parte, ha explicado que el documento sienta las bases de futuras "negociaciones no hostiles". En este sentido, ha advertido de que no se trata de un pacto "definitivo", ya que para ello aún resta que Uganda retire a los militares desplegados en Sudán del Sur y que el Gobierno libere a los once supuestos golpistas detenidos.
"Esperamos que el Gobierno de Salva Kiir respete sus compromisos" y actúe de forma "inteligente", ha agregado el exvicepresidente a través de su perfil oficial en Twitter.
SATISFACCIÓN
La comunidad internacional ha acogido con satisfacción el acuerdo firmado en Addis Abeba porque, como ha señalado el enviado especial de Estados Unidos a Sudán del Sur, Donald E. Booth, se trata de "un primer paso para reconstruir una paz sostenible" en el país africano.
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común, Catherine Ashton, ha emplazado a las partes a aplicar "inmediatamente" y "de buena fe" los compromisos, lo que significa la finalización inmediata de las muertes y abusos y que la ayuda humanitaria pueda llegar a todos los colectivos "sin obstáculos", según un comunicado.