PARÍS, 30 May. (Reuters/EP) -
El grupo de expertos de Naciones Unidas que investiga los crímenes cometidos en el marco de la guerra civil siria ha advertido de que la mayoría de los combatientes opositores no busca la democracia y de que la contienda se está radicalizando.
"Se ha dicho que los rebeldes son ángeles, pero solo hay una minoría con una historia democrática que creer, que quiere un Estado para todos. La mayoría está muy lejos de eso y tiene otras aspiraciones", ha alertado el experto brasileño Paulo Pinheiro, desde París.
Interrogado sobre la decisión de la Unión Europea de levantar el embargo de armas a Siria, aunque dejando el arbitrio de cada país la decisión de armar a los rebeldes, Pinheiro ha rehusado pronunciarse, pero ha subrayado: "es muy difícil distinguir entre rebeldes buenos y malos".
Además, ha indicado que, de acuerdo con el informe que el grupo de expertos presentará el próximo 4 de junio, basado en las entrevistas a víctimas y testigos, dado que no han podido acceder a Siria, el conflicto se está radicalizando.
"El informe es terrible en términos de una combinación de radicalización y escalada de las violaciones de los Derechos Humanos y de las leyes de la guerra", ha adelantado.
La ex fiscal general suiza y del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) Carla del Ponte ha asegurado que las dos partes --Gobierno y oposición-- "han cometido crímenes". "Su crueldad es increíble. Nunca había visto algo así, ni siquiera en Bosnia", ha dicho.
Naciones Unidas calcula que desde marzo de 2011, cuando comenzó el levantamiento popular contra el régimen de Bashar al Assad, unas 70.000 personas han muerto a causa de los combates. Los grupos opositores elevan la cifra a 94.000.
El Gobierno atribuye gran parte de las víctimas a los grupos terroristas que actúan en el país árabe --según ha denunciado insistentemente-- con la financiación y el apoyo material de Arabia Saudí, Qatar y Turquía, entre otros.
Por su parte, la oposición a Al Assad ha denunciado la presencia del partido-milicia chií libanés Hezbolá y de "elementos iraníes" en la batalla por Al Qusair, una ciudad estratégica, en el caso de que cayera Damasco.
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha insistido en la necesidad de que el Consejo de Seguridad ordene al TPI investigar los crímenes internacionales cometidos por ambas partes en la guerra civil siria.
"La comunidad internacional parece incapaz de asumir un fuerte compromiso para resolver la crisis", ha criticado. "Urjo a los estados a hacer cada esfuerzo para poner fin a este desastre humanitario, a veces parece que no podemos hacer más que llorar y contar los muertos", ha dicho.