Guinea Ec.- Malabo afirma que "la mayor parte" de los que critican a Obiang "no saben situar a Guinea en un mapa"

Actualizado: viernes, 11 junio 2010 13:41

MADRID 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Guinea Ecuatorial ha calificado de "racistas y colonialistas" a las organizaciones y medios de comunicación internacionales que han protestado contra la concesión del premio de la UNESCO que lleva el nombre del presidente ecuatoguineano, Teodoro Obiang Nguema, y ha afirmado que "la mayor parte" de los creadores de "estas polémicas" no sabrían situar al país africano "en un mapa".

"Resulta francamente descorazonador e hipócrita que a instituciones supuestamente defensoras de los valores humanos les parezca mal que parte del dinero de nuestro país se emplee para fomentar la ciencia, la investigación y los valores humanos", afirmó el Gobierno en un comunicado difundido este jueves por la Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial, con sede en España y contratada por Malabo para llevar a cabo sus relaciones con los medios de comunicación.

El 17 de noviembre de 2008, la Ejecutiva de la UNESCO decidió crear el Premio Obiang Nguema Mbasogo "en reconocimiento a los logros científicos que mejoran la calidad de la vida humana".

Según el Gobierno, las organizaciones y medios internacionales que se oponen al premio aprovechan "cualquier causa relacionada con Guinea Ecuatorial para hacerse publicidad" y sólo han empezado a interesarse por el país desde que comenzó a "poseer petróleo y riqueza" y no cuando "cuando era un Estado africano pequeño, pobre y, por ende, olvidado".

"Desde el Gobierno de Guinea Ecuatorial tenemos plena consciencia de que la mayor parte de las entidades creadoras de estas polémicas, y las personas que forman parte de ellas, ni siquiera sabrían situar en un mapa dónde está nuestro país", prosigue el comunicado.

"No nos cabe duda de que las entidades creadoras de esta polémica están demostrando su auténtica identidad colonialista, discriminatoria, racista y prejuiciosa, al no aceptar que un presidente africano otorgue un premio de estas características", añade el texto.

LAS CRÍTICAS

El pasado mes de mayo, un grupo de prestigiosas organizaciones internacionales de Derechos Humanos --entre ellas, Human Rights Watch y la organización EG Justice, cuyo director ejecutivo es el abogado ecuatoguineano Tutu Alicante-- denunciaron que el premio tiene como objetivo "mejorar la mala reputación de un déspota cruel y corrupto" y reclamaron que se utilicen los tres millones de dólares del premio "para mejorar la educación y bienestar de la gente de Guinea Ecuatorial y no para la glorificación de su presidente".

Un mes antes, un centenar de académicos, profesionales e intelectuales ecuatoguineanos, así como de profesores y profesionales de distintos países, partidos, sindicatos y organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, reclamaron a la directora general de la UNESCO, la diplomática búlgara Irina Bokova, que se retire el premio, por suponer "una burla de los nobles valores de su organización".

Entre los firmantes de esta carta figuran varios intelectuales ecuatoguineanos, como los escritores Juan Tomás Ávila, Juan Davies, Donato Ndongo Bidyogo, Remedios Sipi Mayo y Francisco Zamora, los profesores Justo Bolekia, Celestino Okenve, Enrique Okenve y Eugenio Nkogo Ondo, el sociólogo Humberto Riochi y los abogados Tutu Alicante y José Luis Nvumba. Entre los extranjeros, figura un antiguo experto de la UNESCO especializado en temas ecuatoguineanos, el suizo Max Liniger-Gourmaz.

La propia Irina Bokova ha manifestado recientemente su "seria preocupación" por las repercusiones que tendrá el premio en el "prestigio de la UNESCO". "Mantiene consultas permanentes con los Estados miembros para encontrar una solución a las dificultades creadas por este premio", declaró a principios de junio su portavoz, Sue Williams, a 'The New York Times'.

A finales de mayo, un grupo de científicos estadounidenses y de otros países dedicados a la salud pública, entre ellos dos Premios Nobel, pidió en una carta a Irina Bokova que "reconsidere y suprima" el premio y advirtió de que, a pesar de los importantes ingresos que obtiene del petróleo, los indicadores de salud de Guinea Ecuatorial "reflejan con mucha claridad el mal gobierno y el sufrimiento de la población".