PARÍS, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
Este domingo se celebra la primera vuelta de las primarias del Partido Socialista francés (PS) para la elección del candidato del partido a las elecciones presidenciales previstas para abril y mayo de 2012 y por primera vez incluyen la novedad de que cualquier ciudadano, y no solo los militantes, podrán participar en el proceso.
Los socialistas, con el principal favorito, Françoise Hollande, a la cabeza, se están aprovechando del impulso político y la trascendencia pública que les está deparando el proceso de primarias y ello se está reflejando en las encuestas que deparan a Hollande una aplastante victoria sobre el actual presidente, Nicolas Sarkozy, si finalmente éste confirma su candidatura.
La principal novedad de la convocatoria es que no está limitada a los aproximadamente 200.000 militantes del PS como en otras citas, sino que cualquier ciudadano francés inscrito en el censo electoral puede hacerlo. También podrán participar los ciudadanos extranjeros que sean militantes del PS o de sus juventudes desde antes del 31 de mayo.
Si se cumplen estos requisitos, para votar deberán presentar su carné de identidad, pagar un euro como tasa de participación y firmar una carta de adhesión a los valores de izquierda: "Me reconozco en los valores de la izquierda y de la República, en el proyecto de una sociedad de libertad, igualdad y fraternidad, de laicismo, de justicia y de progreso solidario".
La convocatoria está abierta no solo a los votantes, sino también a los candidatos, ya que en ella participan cinco miembros del PS --Hollande, Martine Aubry, Arnaud Montebourg, Ségolène Royal y el catalán Manuel Valls-- y el presidente del Partido Radical de Izquierda, Jean-Michele Baylet.
El último sondeo publicado por 'Le Figaro' pronostica un 43 por ciento del apoyo a Hollande, gran favorito según todas las encuestas, seguido de la presidenta del PS, Aubry (28 por ciento), Royal y Montebourg (11 por ciento) y Valls (6 por ciento).
Los dos candidatos más votados se enfrentarán en una segunda vuelta programada para el 16 de octubre, siempre que ninguno logre más del 50 por ciento de los votos y logre la victoria directa este domingo.
En el plano político, las propuestas están ligeramente diferenciadas y los candidatos han logrado generar un debate vivo sin provocar fracturas internas, gracias en parte a la imagen de unidad frente a un Nicolas Sarkozy muy desgastado tras cuatro años en el poder.
PROCESO CASI OFICIAL
Destacan los recursos dedicados por el PS a estas primarias, incluidos anuncios en prensa, una extensa web propia y 33 millones de papeletas que los participantes podrán depositar en 10.000 colegios electorales. Estos colegios se constituirán en edificios públicos como colegios o ayuntamientos, los mismos empleados tradicionalmente para las elecciones convencionales, lo que da a la votación un carácter casi oficial.
Todo el proceso está supervisado por una Alta Autoridad integrada por tres miembros, Jean-Pierre Mignard, Catherine Barbaroux y Rémy Pautrat, encargados también de anunciar los resultados. Los seis candidatos incluso pueden enviar sus propios "interventores" para garantizar la limpieza del escrutinio.
Los debates a seis televisados también están batiendo todos los records de audiencia incluso si son acogidos en canales menores como LCP, que logró 3,7 millones de espectadores gracias al debate del miércoles.
El objetivo proclamado del PS es conseguir que un millón de personas participen en la votación, lo que les daría un espaldarazo casi definitivo para las presidenciales. Incluso desde la derecha se ha reconocido el valor de este proceso y ya hay voces que no descartan organizar un proceso similar, no ya para las elecciones presidenciales de 2012, sino para las de 2017.