Honduras.- Zelaya llega al puesto fronterizo de Las Manos, a 100 metros de Honduras

TEGUCIGALPA 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

El derrocado presidente hondureño, Manuel Zelaya, llegó hoy al puesto fronterizo de Las Manos, a tan sólo 100 metros de territorio hondureño, cerca de las 13.00 horas (21.00 hora española), en un segundo intento por tomar el poder tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio que instauró un Gobierno 'de facto'.

Mientras Zelaya caminaba a pocos metros de la verja que separa a Nicaragua de su país, centenares personas --incluyendo su familia-- esperaban del lado hondureño gritando consignas como "Viva Mel" y "El pueblo, unido, jamás será vencido", tras haber pasado los cordones policiales y haber superado los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

A su llegada al puesto fronterizo, el presidente derrocado hizo un llamamiento a las fuerzas de seguridad para que "no usen la violencia, ya que tengo el derecho legítimo de regresar a mi país y atender el mandato que el pueblo hondureño me dio".

"Los señores que están en esta actitud deben bajar sus fusiles y dialogar, yo creo que en el mundo está en riesgo el sistema democrático y no debemos ceder en este campo", dijo en breves declaraciones a la prensa.

Zelaya, vestido con su tradicional sombrero vaquero, intentará entrar por segunda ocasión a Honduras pese a que el Gobierno 'de facto' ha advertido de que le arrestarán y le pondrán a la orden de los tribunales para que lo juzguen por delitos vinculados a la violación de la Constitución.

A este respecto, indicó que la justicia en Honduras está en manos de los golpistas y, por tanto, podría considerarse "nula" así como un "gran error" por parte del Gobierno interino porque "esa situación no la aceptaría nadie".

"Aquí vamos a esperar a que pase mi familia y la gente que esta ahí presionando por entrar a El Paraíso. Tenemos tiempo para actuar con la debida prudencia y esperar que las personas lleguen hasta acá", aseveró en declaraciones citadas por la cadena Telesur.

El mandatario depuesto llegó a Las Manos conduciendo un jeep, color blanco, y en compañía del ministro de Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, quien lo ha acompañado desde ayer cuando la caravana partió desde Managua rumbo a territorio hondureño. También estuvo a su lado la ex titular de Exteriores de Honduras, Patricia Rodas.

ENFRENTAMIENTOS

Al menos dos personas resultaron heridas en los enfrentamientos ocurridos en la localidad de El Paraíso, cerca de la frontera con Nicaragua, donde cientos de personas esperan el regreso del derrocado mandatario hondureño, Manuel Zelaya, según informó la cadena CNN.

Algunos medios locales hablan de "varios heridos", pero las autoridades locales aún no han confirmado si realmente los enfrentamientos dejaron lesionados o víctimas mortales. El director general de la Policía, Salomón Escoto, descartó cualquier eventualidad y afirmó que "todo es normal" en la zona fronteriza.

Las fuerzas de seguridad lanzaron gas lacrimógeno y dispararon con la intención de dispersar a los manifestantes que se negaban a levantar las protestas mientras cantaban el himno nacional y gritaban consignas a favor del mandatario derrocado.

A pesar del toque de queda, los simpatizantes del Zelaya han dicho que no se retirarán y han burlado los cordones policiales que impiden el paso en la localidad de Las Manos, por donde ingresó el mandatario derrocado.

El Gobierno 'de facto' de Roberto Micheletti confirmó hoy cambios en el toque de queda en las zonas cercanas a la frontera con Nicaragua, donde quedó prohibido circular por las calles a partir de las 12.00 horas (20.00 hora española). Todas las garantías individuales han sido suspendidas, así como el libre tránsito, informó la prensa local.

Desde ayer, centenares de seguidores de Zelaya comenzaron a trasladarse a los límites con Nicaragua para esperar el retorno del mandatario depuesto, quien emprendió rumbo ayer desde Nicaragua hasta Honduras.

El Gobierno de Micheletti, por su parte, al conocer la noticia del regreso de Zelaya, ordenó ayer el despliegue de militares y policías en las zonas que están cerca de la frontera para impedir el paso de manifestantes.