MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
El subdirector de la división de Asia del grupo en defensa de los Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW), Phelim Kine, ha acusado al presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, de poner en riesgo la vida de todos los filipinos al hacer de "animador" de ejecuciones sumarias de presuntos delincuentes.
En un comunicado publicado en la página web de la organización, Kine ha felicitado al presidente Duterte por mostrar su respaldo al "estado de derecho y a los Derechos Humanos" durante su primer discurso a la nació como mandatario, que ha tenido lugar este domingo.
Durante más de una hora y media, el presidente se ha comprometido a dirigir un Gobierno que será "sensible con las obligaciones estatales de promover, proteger y cumplir los derechos humanos mientras prevalece el estado de derecho".
"En su discurso, Duterte ha dicho que intentará proteger los derechos de las mujeres, los derechos de la salud reproductora, los derechos de los pobres, y de los indígenas del país", ha explicado Kine en su comunicado.
No obstante, si bien ha expresado "esperanza" en que su Ejecutivo lleve a cabo iniciativas políticas que ofrezcan un apoyo "tangible" a esta "retórica", Kine ha asegurado que "mientras Duterte siga ejerciendo de animador a las ejecuciones sumarias de presuntos delincuentes, el derecho fundamental a la vida de todos los filipinos está en riesgo".
MUERTES A LA DELINCUENCIA
El pasado 9 de mayo, Duterte salió vencedor de unas elecciones a las que llegó con una campaña cargada de promesas contra la delincuencia. En su particular cruzada contra la criminalidad, Duterte se comprometió a respaldar a los agentes de Policía que maten a narcotraficantes, y dijo que sería capaz de acabar con la delincuencia y el narcotráfico en seis meses.
Desde que fue elegido presidente, las autoridades policiales han reconocido un aumento en el número de presuntos narcotraficantes abatidos de forma exponencial.
Duterte, que se autodefine como "socialista", es el primer presidente filipino nacido en la isla de Mindanao, una región muy pobre del sur del país. Durante su campaña se ha forjado el apodo de 'Trump del Este' por sus polémicas declaraciones.
Ya como presidente, las cifras de delincuentes y, en particular, de presuntos narcotraficantes muertos, no deja de aumentar. Según Kine, los números muestran un "alarmante repunte" en las ejecuciones policiales.
Según las cifras de la Policía Nacional que maneja HRW, entre el 10 de mayo --el día posterior a las elecciones, cuando Duterte ya había ganado los comicios-- y el 10 de julio, la Policía había matado a 193 presuntos delincuentes. Esta cifra es considerablemente superior a la registrada entre el 1 de enero y el 15 de junio, antes incluso de que fuera investido, período en el que sólo 68 personas perdieron la vida en operaciones contra el tráfico de drogas.