NUEVA YORK 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
La organización pro Derechos Humanos Human Rights Watch ha denunciado la situación de cinco miembros del equipo de gobierno del expresidente egipcio Mohamed Mursi, derrocado en el golpe de Estado del pasado 3 de julio, y que ha calificado de "desaparición forzosa".
"La desaparición forzosa durante meses no inspira confianza en este Gobierno y su intención de cumplir con el estado de derecho", ha argumentado la directora para Oriente Próximo y el Norte de África de HRW, Sarah Leah Whitson.
"¿En qué clase de hoja de ruta (de transición democrática) un gobierno respaldado por los militares puede hacer desaparecer descaradamente a personal presidencial durante 150 días sin ningún tipo de explicación?", ha añadido Whitson en referencia al programa de restauración democrática anunciado tras el golpe de Estado. "La desaparición forzosa y continuada de una persona es un delito, pura y llanamente. Las autoridades egipcias deberían liberarlos incondicionalmente", ha apostillado Whitson.
HRW se refiere a Essam al Haddad, asesor presidencial para Asuntos Exteriores; Ayman Ali, asesor para Asuntos de los Expatriados; Abdelmeguid al Meshaly, asesor para medios de comunicación; Jaled al Qazzaz, secretario de Asuntos Exteriores y Ayman al Serafi, secretario del director de la oficina presidencial.
Los cinco llevan más de cinco meses retenidos por el Ejército sin ningún tipo de amparo legal y en un lugar no revelado. El 19 de julio Al Qazzaz pudo hablar por teléfono con su esposa, Sarah Attia, y le pidió ropas blancas --el uniforme de los presos en Egipto-- para el personal de Mursi. Las ropas fueron entregadas por seis familiares de los presos a un general del Ejército en una base militar donde se les devolvieron ropas sucias.
El proceso se repite periódicamente, según han relatado los familiares en declaraciones a HRW, pero las autoridades aún no han reconocido formalmente el hábeas corpus, lo que supone una "desaparición forzosa", ya que la legislación egipcia en vigor exige que los detenidos sean presentados ante un fiscal en un plazo de 24 horas.
Attia ha explicado que mediante las breves conversaciones telefónicas que ha podido mantener con su marido, Al Qazzaz, ha podido saber que los cinco ayudantes presidenciales estaban retenidos en la misma habitación y que sólo se les permitía salir durante una hora al día.