En al menos dos ataques durante el último mes
MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch ha denunciado el uso de bombas de racimo, prohibidas por las convenciones internacionales, en al menos dos ocasiones durante el último mes del conflicto en Libia, donde dos gobiernos rivales compiten por el poder tras la muerte del sátrapa Muamar Gadafi.
Las bombas de racimo liberan a cierta altura del suelo munición explosiva que causa un daño completamente indiscriminado por el amplio radio de terreno que destruye, y son empleadas en varios conflictos a pesar de las prohibiciones que pesan sobre su uso.
HRW cuenta con "evidencias creíbles" en forma de fotografías de restos de estos artefactos, modelo RBK-250 PTAB 2.5M en la localidad de Bin Jawad el pasado mes de febrero, y en Sirte este mismo mes. La pintura de las bombas indicaba que habían sido usadas recientemente, pero la ONG no pude precisar quién ha sido responsable de su lanzamiento.
Las Fuerzas Aéreas del Ejército libio reconocieron haber atacado ambos puntos pero negó categóricamente que hubiera empleado bombas de racimo. Sin embargo, HRW pide a las autoridades del Gobierno reconocido por la comunidad internacional que "investiguen estos incidentes y garanticen que sus fuerzas no emplean esta clase de munición".
"El uso de esta munición viola las leyes de la guerra por su naturaleza indiscriminada. Muchas de las municiones explosivas que emergen de la bomba nunca terminan de estallar, por lo que terminan convirtiéndose 'de facto' en minas antipersona", indica la ONG.
HRW pide a Libia que se incorpore a la Convención de 2008 sobre Municiones de Racimo, donde participan 116 países, que prohíbe su uso "bajo cualquier circunstancia".
"La mayoría de los países han prohibido esta munición por el daño inaceptable que provoca en los civiles, y tanto el Gobierno reconocido como todas las partes del conflicto deberían destruir cualquier arsenal de este tipo de armas que pudieran tener en su poder", ha declarado la ONG.