BOGOTÁ, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
Human Right Watch criticó este miércoles al presidente colombiano, Álvaro Uribe, por no abordar con "seriedad" el surgimiento de nuevos grupos armados considerados los sucesores de los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colomia (AUC) que cometen "habitualmente" masacres y extorsiones en las comunidades que tienen bajo su influencia.
"El gobierno de Uribe no ha abordado el surgimiento de los grupos sucesores con la seriedad que amerita este problema", advirtió el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, al considerar que "debe minimizarse el impacto que tienen actualmente para los Derechos Humanos en Colombia".
Vivanco expresó su preocupación por la situación en Colombia durante la presentación del informe 'Herederos de los Paramilitares. La nueva cara de la violencia en Colombia' en el que HRW revela que estos "grupos sucesores cometen habitualmente masacres, ejecuciones, desplazamientos forzados, violaciones sexuales y extorsión, y generan un clima amenazante en las comunidades que están bajo su influencia".
"Estos grupos sucesores cometen gravísimas atrocidades y deben ser detenidos", dijo Vivanco al cuestionar los resultados que ha tenido el proceso de desmovilización de paramilitares promovida por Uribe, porque esto ha permitido la creación de nuevas organizaciones delictivas.
"El Gobierno ha tomado algunas medidas para enfrentarlos, pero no ha hecho un esfuerzo sostenido y significativo por proteger a los civiles, investigar las redes criminales de estos grupos e identificar a sus cómplices y bienes", reconoció.
PREDECIBLE
Para HRW el surgimiento de los grupos sucesores a los paramilitares "era predecible" debido en gran parte a que las autoridades colombianas no desarticularon las redes criminales de la coalición paramilitar durante el proceso de desmovilización desarrollado entre 2003 y 2006.
"La implementación inadecuada de las desmovilizaciones por el gobierno también permitió que los paramilitares reclutaran a civiles para que se hicieran pasar por paramilitares durante el proceso, mientras mantenían a una parte de sus grupos en actividad", reseña la organización.
Las cifras más conservadoras de la Policía Nacional revelan que estos grupos armados cuentan con más de 4.000 miembros en 24 de los 32 departamentos colombianos, señala el informe resultado de casi dos años de investigaciones de campo.
"Los grupos reclutan activamente a nuevos miembros y, pese a la captura de algunos de sus jefes, actúan con rapidez para reemplazar a estos mandos y ampliar sus zonas de operación", cita el texto.
El surgimiento de los nuevos grupos armados, destaca el informe, coincide con el incremento significativo de los índices nacionales de desplazamiento interno registrados a partir de 2004 hasta finales de 2007. Gran parte del desplazamiento se ha estado produciendo en regiones donde los grupos sucesores están activos.
"En algunas áreas, como Medellín, donde el índice de homicidios casi se ha duplicado en el último año, los operativos de estos grupos han causado un marcado incremento de la violencia", indica el texto.