JERUSALÉN, 7 Nov. (Reuters/EP) -
Altos cargos del Gobierno israelí ha apuntado este martes que Tel Aviv podría implementar varias medidas "de castigo" contra los palestinos en caso de que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, presente una solicitud ante la Asamblea General de Naciones Unidas para intentar conseguir el incremento del estatus de Palestina en el organismo.
Fuentes gubernamentales han indicado que el círculo más cercano al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha alcanzado un acuerdo sobre las medidas que Tel Aviv podría implementar en caso de que la Autoridad Palestina presente finalmente dicha solicitud.
Tras ver frustrada su petición del año pasado de reconocimiento como estado miembro en el Consejo de Seguridad de la ONU, los palestinos han optado ahora por rebajar su petición y solicitar su estatus de "estado observador" ante la Asamblea General, el mismo que tiene actualmente el Vaticano.
Entre las posibles medidas, estaría la cancelación del Protocolo de París, que dio a Israel el control del comercio exterior palestino y le concedió autoridad para recolectar impuestos, lo que ha sido utilizado en varias ocasiones por Tel Aviv como medida de castigo. Además, fija el IVA palestino al israelí (actualmente en el 17 por ciento) a pesar de la disparidad de ingresos.
Asimismo, Tel Aviv contemplaría la legalización de decenas de asentamientos establecidos por colonos judíos en Cisjordania. La comunidad internacional considera que todos los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este son ilegales en base al Derecho Internacional, pero el Ejecutivo israelí distingue entre las colonias que han recibido una autorización oficial y las que no.
Responsables palestinos han afirmado que pueden contar con unos 115 votos a favor en la Asamblea General de Naciones Unidas, principalmente de países árabes, africanos, latinoamericanos y asiáticos, y que esperan unos 22 votos en contra, con Estados Unidos a la cabeza, así como 56 abstenciones. La Asamblea General está constituida por 193 estados.
Altos responsables palestinos han estado haciendo campaña en todo el mundo a favor de su iniciativa, incluido un encuentro el pasado fin de semana en París con el presidente francés, François Hollande.
Israel y Estados Unidos han criticado duramente la iniciativa palestina, argumentando que estos pasos unilaterales son una violación de los acuerdos de paz de Oslo de 1993. Aunque Tel Aviv cuenta con perder esta votación, confía en que al menos los principales países occidentales voten en contra o, en el peor de los casos, se abstengan.
Se espera que la votación se celebre el 15 o el 29 de noviembre. Fuentes palestinas afirman que la primera fecha es más probable porque está más cerca de las elecciones presidenciales estadounidenses, el 6 de noviembre, lo que da a Washington menos tiempo para llevar a cabo una campaña de presión.